sábado, 1 de febrero de 2020

Alberto le pidió al Papa ayuda para la renegociación de la deuda

El mandatario develó que en el encuentro, al que calificó como "muy reconfortante", coincidieron en que "Argentina tiene que terminar sus tiempos de disputa" porque "comparten esa obsesión". También contó que el Sumo Pontífice afirmó que hará todo lo posible para ayudar "con el tema de la deuda". Respecto a la opinión de Bergoglio sobre su gestión, Alberto señaló que “el Papa comparte el diagnóstico que hago de la Argentina sobre la pobreza y la inflación”.



El presidente se reunió ayers con el Papa Francisco en el Vaticano y le pidió ayuda para la renegociación con los acreedores. El líder religioso se mostró "preocupado" y prometió ayudar.

Francisco recibió durante 45 minutos a Alberto en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano en un clima ameno, de acuerdo a las imágenes que trascendieron. Incluso, Bergoglio se permitió un chiste y llamó "monaguillo" a su invitado. Las sonrisas contrastaron con el gesto adusto que con el que el Papa recibió a Miauricio Macri Blanco Villegas en su primer encuentro. 

"Lo vi preocupado por el pueblo argentino y por la deuda, hará lo que pueda para ayudarnos", dijo el presidente en una rueda de prensa posterior, en la residencia del embajador argentino. "Le pedí que todo lo que pueda hacer para ayudarnos lo haga y lo va a hacer", agregó.


El tema de la deuda es el principal objetivo de la gira de Alberto por Europa, donde buscará el respaldo de los principales líderes de la UE antes de la negociación que se iniciará en las próximas semanas y que el gobierno espera resolver en los últimos días de marzo. Cerca de Fernández esperan que el gesto de Francisco empuje el apoyo de los líderes europeos.

"Fue una reunión muy grata, más que grata", dijo el mandatario. Agregó que hablaron "de lo que pasa en la Argentina y en el mundo" y aseguró que escuchó los "consejos" de Francisco. "Fue muy reconfortante", remarcó.

Alberto también afirmó que no hablaron del tema del aborto, como había anticipado a su llegada a Roma. Según comentó, el Papa aceptó la designación de María Fernanda Silva como embajadora: "le pareció bien que sea ella, ya la conocía porque fue la segunda de Eduardo Valdés".


Fernández aseguró que con Francisco comparte "una suerte de obsesión, que es terminar con la disputa entre los argentinos" y sostuvo que los dos están de acuerdo con que "la Argentina tiene que terminar sus tiempos de disputa".

"Los argentinos tenemos que respetarnos y terminar con la locura de no hacerlo. Es un país en el que hace mucho tiempo todo es blanco o negro, y donde el de la vereda de enfrente no merece respeto, pero no hay nadie en la vereda de enfrente, sino simplemente alguien que piensa distinto", completó.


Después de la reunión privada, Alberto y Francisco intercambiaron obsequios y el Papa le entregó una escultura con forma de medallón que simboliza la paz y que contiene un olivo, una vid y una paloma, según le explicó. "Este lo elegí yo para que sean mensajeros de la paz", les dijo al presidente y a su pareja, Fabiola Yañez.

El Papa también saludó con buen humor uno por uno a los miembros de la delegación: Gustavo Béliz, Felipe Solá, Guillermo Olivieri, Juan Pablo Biondi y Marcela Losardo. Ante las cámaras, Francisco no se privó de dejarle un mensaje a Alberto sobre la importancia de que los gobernantes "no pierdan el sentido de humor".

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