El obispo a cargo del acto religioso rememoró un oficio que le ofreció en el mismo lugar al ex mandatario nacional y líder del Partido Justicialista en 1972. Fue el paso previo a la reunión que mantuvo el actual Presidente argentino con el papa Francisco.
Pasadas las 8 de la mañana, hora de Roma (4:00 de la Argentina), el presidente Alberto Fernández y su comitiva se trasladaron hasta el Vaticano para participar de una misa ofrecida por el obispo Marcelo Sánchez Sorondo. En ese mismo lugar, en noviembre de 1972, el propio Sánchez Sorondo junto al padre Carlos Mugica ofreció un oficio similar para el ex mandatario nacional Juan Domingo Perón antes de su primer regreso al país, ocurrido el 17 de ese mismo mes y año.
El obispo sostuvo que la misa de ayer era “por la reconciliación” e instó en la misma a “la unión de todos los argentinos”. Frente al púlpito, se encontraba el jefe de Estado argentino; la primera dama, Fabiola Yáñez; el canciller Felipe Solá; el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; la ministra de Justicia, Marcela Losardo; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
Durante la misa, de la que participaron apenas 20 personas, monseñor Sorondo recordó su charla con Perón en Roma y señaló que el General Perón le describió el futuro de la Argentina, aunque en aquella oportunidad no pudo pronosticar un hecho que seguramente lo hubiera sorprendido: la designación de Jorge Bergoglio como Papa, en marzo del 2012.
Al término del oficio religioso, Sorondo llevó a la delegación encabezada por Alberto Fernández a la tumba de Pablo VI, donde hizo una referencia histórica, instó al presidente a unir a la Argentina y luego se despidió. A continuación, el mandatario nacional y la delegación oficial que lo acompaña llegaron a la plaza central del Vaticano, frente a la Basílica de San Pedro, para visitar una estatua sobre la inmigración. Esta obra es del canadiense Timothy Schmaltz, mide casi 5 metros de largo y simboliza un barco lleno de personas que buscan llegar a un puerto seguro.
El jefe de Estado y el Sumo Pontífice se reunieron luego en la Biblioteca de la Santa Sede. Trascendió que hablarían sobre la situación social en la Argentina, la crisis política regional, el peso de la deuda externa para los países emergentes y, quizás, sobre un posible viaje del Sumo Pontífice al país.
Alberto desea que el Papa regrese a la Argentina. Con excepción de Venezuela, y algunas islas caribeñas, Francisco recorrió toda América Latina. El Sumo Pontífice, por su parte, también sueña con volver a Buenos Aires, aunque su esperada visita al país que lo vio nacer, muy ansiada por los fieles, por el momento continúa haciéndose esperar.
El presidente dejó en claro que respeta esa decisión al señalar que "el Papa no le pertenece a nadie, ni a los peronistas ni a los no peronistas”.
“Es una figura moral, enorme en el mundo, y los argentinos tenemos que acostumbrarnos a terminar con esta discusión de apropiarnos del Papa. Es una figura que está mucho más allá de nosotros y hay que cuidarlo en su autoridad, y hay que cuidar lo que realmente representa: es el Pastor más importante de la Iglesia. No tenemos que someterlo a las disputas internas”, agregó.
Por la tarde, a las 16:00 hora local (12:00 de la Argentina), Fernández visitó al premier italiano Giuseppe Conte en el Palacio Chigi del centro de Roma y luego fue al Palacio del Quirinal donde mantuvo un encuentro con el presidente de este país, Sergio Mattarella.
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