Un audio del presidente del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy deja expuesta la persecución política a la líder social.
Pablo Baca, presidente del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy |
Una serie de audios grabados de forma oculta exponen al presidente del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, Pablo Baca, y demuestran que la detención de Milagro Sala fue orquestada por el régimen de Gerardo Morales.
En los fragmentos develados, Bacca asegura que Sala fue apresada porque era un peligro para las intenciones de Gerardo Morales.
Las conversaciones entre Bacca, ex diputado radical y pieza clave en la construcción de aparato organizado para perseguir a Sala, y una amiga que lo grabó en secreto fueron develadas por El Cohete a la Luna.
En las charlas ocurridas durante agosto de 2019, el actual mandamás del Superior Tribunal de Justicia jujeño asegura que la dirigenta de la Tupac Amaru está detenida para que "no tengamos que volver al quilombo permanente, a los cortes, a la quema de gomas".
La historia de Bacca y el TSJ está muy ligada al régimen fascista de Morales: Él fue uno de los diputados que votó su ampliación y luego juró como parte del cuerpo en apenas 24 horas.
Bacca se queja además de las presiones que el jefe de los fiscales de Jujuy, Sergio Lello Sanchez, ejerce sobre los jueces, aunque también subraya que son parte del mismo equipo. Las charlas se dieron entre 2018 y 2019 cuando el Tribunal aún no había dado su fallo en la causa que juzga Milagro por un supuesto desvío de fondos (se dio a comienzos de este año).
En otro intercambio producido a fines de 2019, también se puede notar el fastidio de Bacca con el tema, que le tiene "seca las bolas". La charla, replicada de forma textual en El Cohete es la siguiente:
—Yo iba a ir mañana, pero no puedo. Me han puesto una reunión de acuerdo para las 10 con este quilombo de la Milagro. ¡Que ya me tiene seca las bolas, la Milagro!, dice y agrega:
—Voy a estar metido en ese quilombo. ¡Por qué no la suelta ya a la Milagro, y se dejan de joder! ¡Qué tanto!
—Porque tu jefe no quiere, dice su interlocutora. Y ríe.
—Los jueces no se ubican, replica él. Ella ya no es lo que era. Una jueza del Superior anda diciendo: Yo no quiero ser la responsable que salga ésta y tengamos que volver al quilombo permanente, a los cortes, quema de gomas. Que la suelte las Naciones Unidas, la Corte, yo no la suelto. ¿No se dan cuenta que el problema era la plata que tenía? Sin esa plata, ya no…
—Ya no hace nada, agrega la voz.
—Acá, no le importa a nadie, están todos conformes.
En otra charla, el magistrado deja bien en claro que no pudo comprobar que existieran vínculos espurios entre el ex gobernador Eduardo Fellner y Sala. Si bien afirma sin pruebas que "toda la sociedad lo sabía", en seguida se desarticula a sí mismo al sostener que no vio ningún documento firmado por Milagro. En la misma línea también asegura que ella "no se llevó la guita".
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