El ex jefe de Gabinete analizó la situación del peronismo con miras a las elecciones y se refirió a la reunión entre la ex presidenta y el ex gobernador bonaerense. Llamó a "coordinar esfuerzos para garantizar la unidad".
Alberto Fernández se refirió ayer a los intentos por unificar el peronismo de cara a las elecciones y ponderó el encuentro entre Cristina Fernández de Kirchner y Felipe Solá. El ex jefe de gabinete celebró que “hay señales de unidad" y dijo estar "contento por la prédica” en ese sentido, dado que “el tiempo me dio la razón: si vamos divididos le hacemos un favor a Macri”.
En declaraciones a la AM 750, Fernández consideró que “hay muchas tribus dispersas y desordenadas” en la interna peronista y que hoy se trata de “ver cómo generar alternativas”. Por eso realzó el rol de la mesa de acción política que armó José Luis Gioja, el titular del PJ, donde “hay representantes de todos los sectores del peronismo” con la idea de “lograr la unidad entre todos los sectores”.
En ese espacio confluyen las cabezas del peronismo bonaerense, Fernando Gray; del porteño, Víctor Santa María; y de otras provincias. Fernández apuntó que, en su rol, buscó "puntos de unión entre el peronismo y Unidad Ciudadana, como pasó en Entre Ríos. Hicimos lo mismo en Tucumán y La Rioja”.
“Parecía todo irreconciliable en las provincias, y se ve que si se hacen concesiones se puede ganar en conjunto. Veo Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, y es un gesto de madurez política de la oposición, parecía que seguíamos como tribus tirándonos piedras entre nosotros y haciéndole las cosas fáciles a Macri”, remarcó.
Sobre el encuentro entre Cristina y Solá, afirmó que “es un gran gesto de Solá” y dijo que fue el ex gobernador quien le pidió organizar el encuentro. “Es algo valioso, Felipe tiene diferencias con ella, además de aspiraciones presidenciales. Es un gesto enorme el suyo, de admitir que ella es quien más votos tiene y que es en su espacio donde la oposición debe discutir la candidatura”.
En otro orden, opinó que “no hay que repetir que Cristina pierde con Macri en segunda vuelta, es Macri quien pierde en un ballotage con cualquiera”. Dijo que el ex hijastro de Flavia Palmiero tiene un piso de 33 puntos “con dificultades para llegar a 42”, y se preguntó “cómo un gobierno con 73 por ciento de imagen negativa puede ganar un balotaje”. Estimó que la ex presidenta tenía una intención de voto del 27 por ciento en diciembre de 2017 y que hoy ronda el 34 y fue más allá de cara a un eventual balotaje: “¿Alguien del 49 por ciento que votó a Scioli podría votar a Macri?”.
Sobre el presente de la administración macrifascista dijo que “entró en una pendiente” y que “ni los propios quieren ir juntos, miremos Mendoza y Jujuy”. A su juicio, “Macri es un lastre” y alertó sobre los decretos firmados en enero. “Son tres decretos con incidencias en las reglas de la elección. Quieren que haya una sola acta digitalizada, en vez de un acta por fiscal más la que se envía con la urna. Así a nadie le queda constancia al suprimir el acta final del escrutinio”. El tema fue llevado al seno de la mesa de acción política del peronismo por el apoderado Jorge Landau. “La cuestión electoral no la puede reglamentar el Ejecutivo, le está vedado, hay que empezar a hablar de esto”, agregó Fernández y cerró con una crítica por la supuesta lucha por la transparencia desde el régimen macrifascista: “Si han movilizado noticias falsas en las redes y armado causas penales, no sé por qué no serían capaces de algo así; me llama que detrás de esto esté Adrián Pérez, que se llenó la boca durante años hablando de transparencia, cuando ahora se puede habilitar que haya fraude”.
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