Tenían entre 14 y 16 años. También falleció un mayor y otros siete adolescentes sufrieron heridas graves.
Seis personas murieron, entre ellas cinco menores de edad de entre 14 y 16 años, y otros siete adolescentes sufrieron heridas graves por una estampida durante un concierto en una discoteca de la provincia italiana de Ancona para el que, según fuentes judiciales, se vendieron cerca del doble de entradas permitidas en su habilitación.
En medio de la conmoción que generó el caso, al punto que las autoridades del gobierno italiano y el papa Francisco lamentaron la tragedia públicamente, la Fiscalía de Ancona, a cargo de la investigación, informó que en la discoteca fueron vendidos unos 1.400 ingresos, a pesar de que la capacidad máxima del local era de 870 personas.
Los fallecidos son cinco adolescentes de entre 14 y 16 años y una mujer de unos 40 años que acompañaba a su hija al concierto, según fuentes oficiales.
El director general de la estructura hospitalaria Ospedali Riuniti de Ancona, Michele Caporossi, explicó en rueda de prensa que los heridos graves eran cinco varones y dos mujeres de entre 14 y 20 años que presentan distintos traumatismos por aplastamiento en el tórax.
Los adolescentes heridos fueron ingresados en reanimación y su vida corría peligro, consignó la agencia Efe en base a fuentes médicas.
La tragedia se produjo antes de la 1 hora italiana (21 en Argentina), cuando hubo una estampida en la discoteca "Lanterna azzurra" clubbing (linterna azul) de la localidad de Corinaldo, supuestamente porque alguien dispersó un spray pimienta, lo que desencadenó las corridas.
En ese momento los asistentes esperaban la actuación del rapero italiano Sfera Ebbasta, muy popular entre los adolescentes del país.
Según varios testigos, la gente comenzó a percibir un olor fuerte ácido, procedente supuestamente de un spray de pimienta que alguien había rociado dentro del local ubicado en la calle Madonna del Piano 17, en las afueras de la localidad.
El público corrió hacia las salidas de emergencia y en uno de los laterales, ya afuera, la barandilla cedió por la aglomeración y provocó una multitudinaria caída en la que hubo víctimas mortales.
"La salida de seguridad se abrió pero una vez afuera las dos barandas laterales de hierro no aguantaron porque estaban oxidadas, y las personas cayeron una sobre otras", dijo a la prensa local el jefe de Policía de Ancona, Oreste Capocasa.
La avalancha provocó un centenar de heridos, muchos ingresados en hospitales de las localidades cercanas, mientras los más graves fueron trasladados a Ancona.
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, adelantó a primera hora de la mañana de ayer que era probable que en el interior del local "hubiera mucha más gente de la prevista y de la permitida", algo que confirmó después la Fiscalía en Ancona. "Creo que la capacidad era inferior a las 900 personas", dijo Salvini y agregó que "creo poder desmentir la hipótesis de que la puerta de la salida de seguridad estuviera cerrada". Además, avaló que "en el área había una sustancia que molestaba, se habla de olor a amoníaco y de spray irritante".
Tanto Salvini como el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, visitaron la zona del siniestro para conversar con las autoridades locales y la Policía, y con algunos de los heridos.
"Hago un llamamiento a los gestores de los locales públicos: tienen que adoptar todas las cautelas posibles con gran sentido de la responsabilidad, considerando que en esos locales pueden entrar sus hijos, para así prevenir tragedias como esta", subrayó Conte.
El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, lamentó los hechos en un comunicado y remarcó la necesidad de "garantizar la seguridad en lugares de reunión concurridos, a través de rigurosos controles".
A su vez, el papa Francisco rezó al término del Angelus en la Plaza San Pedro por las víctimas de la tragedia y en el día de la Virgen pidió su intercesión por los muertos, los heridos y sus familias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario