El ex presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, no defraudó. Invitado a dar la charla de la cena de fin de año de la CFA Society Argentina en Puerto Madero, trazó un panorama desolador para el macrifascismo, en un diagnóstico sin un gramo de piedad. "Esto no es un programa para reactivar la economía, sino para apagar el incendio", sentenció.
Melconian corrigió enseguida y aclaró que a la política que lleva a adelante el equipo económico de Macri Blanco Villegas "no le da el piné" para llamarse programa, sino que se trata de la "antigua, rústica y tosca" receta del FMI, que se hizo cargo de la política monetaria, cambiaria y fiscal y a los funcionarios solo les quedó encargarse de los "aspectos comunicativos". Rescató que el hijo bobo de Franco Macri actuó "rápido de reflejos" al ir al Fondo, porque era la única fuente de liquidez tras el cierre de los mercados para los emergentes en general y la Argentina en particular.
El economista fue presentado por el presidente del CFA, Alejandro Bianchi, quien consideró que si bien hay un indicio de una probable recesión en los Estados Unidos en un futuro cercano, la economía de 2019 sea "menos hostil" que la de este año en la que las bolsas del mundo se desplomaron en promedio 7,7% en dólares y en Argentina, 50,36%.
Melconian no fue tan entusiasta y dijo 2019 tiene sus propias dificultades en el frente interno y vaticinó que la economía no llegará a las elecciones con un "crecimiento exuberante" ni nada que se le parezca. En el análisis sectorial consideró que solo el campo "si el tiempo acompaña" podrá tener un crecimiento en forma de "V", mientras que para el resto de la economía que -representa el 85% del PBI- tendrá forma de "L". Lo cual lo condujo a preguntarse si un gobierno "puede ganar una elección con esta economía". "Nunca ocurrió", respondió tajante.
"Este no es un programa para reactivar la economía, sino para apagar el incendio", insistió Melconian, que con su habitual tono entre el rigor técnico y el vocabulario campechano y futbolístico, trazó un bosquejo de la actualidad argentina desde el momento en el que el régimen quedó afuera de los mercados y entró el FMI, el "único bombero de emergencia que tiene agua cuando los mercados se están prendiendo fuego".
Particularmente preocupado por no estar siendo filmado ni grabado, Melconian hizo reír a la audiencia con sus metáforas pero no por eso dejó de recordar la gravedad de la situación económica que atraviesa el país producto de la herencia de "déficits simultáneos, distorsión de los precios relativos y estanflación" y también de la "mala praxis" del régimen, que lo llevó a perder en manos del FMI el timón de la política económica a cambio de un plan de asistencia internacional que a los tres meses fracasó y se tradujo en un segundo acuerdo "con un esquema que en mi vida vi" donde "el 70% se desembolsa en tres meses y un puchito va para el gobierno que viene, que puede ser Macri".
Es que para Melconian, la sociedad argentina es "muy peculiar" ya que tiene "un tercio antiperonista que no los quiere ver volver, un tercio anti Martínez de Hoz-Menem-Macri anti neoliberales y un 20% caliente que no se sabe qué quiere" y los focus groups de Durán Barba no han conducido a nada por mucho que les hayan tirado el anzuelo. "Ese 20% caliente se levanta la mañana de ese domingo, entre al cuarto oscuro, mira lo que hay y ahí decide", parodió describiendo la mayor apuesta del asesor ecuatoriano en este momento ante la incapacidad de atraer a ese votante.
Al fin y al cabo, de acuerdo al economista, Macri Blanco Villegas tiene la suerte de no tener nadie enfrente que se le oponga porque su nivel actuales de aprobación "era para hacerse un picnic con la camiseta del Che Guevara".
Sea quien sea, en 2022 y 2023 va a tener que enfrentar devoluciones de capital de 40.000 millones de dólares y 33.600 millones de dólares, de acuerdo a las gráficas que expuso Melconian. "Quisiera saber quién va a gobernar la Argentina porque tenemos que empezar a hablar de este balurdo", dijo y volvió sobre un concepto que varias veces asomó en su exposición: la renegociación de la deuda.
"Los malos van a querer hablar con el Fondo para reestructurar. Los buenos vamos a tener que hablar con el Fondo para agarrar la manija de la política económica. Si no, va a ser la paz de los cementerios", sostuvo en un comienzo. "El 10 de diciembre creo que todos van a querer reconsiderar el acuerdo; Macri también", agregó sobre el final.
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