Es el tiempo en que llegaría a completarse el "Pass Through". Lo dice la consultora Ficonomics. El dato permite al inversor prever cómo se moverán los precios en el futuro cercano.
Los efectos de la devaluación de agosto podrían llegar a sentirse hasta abril de 2019, momento en que se completaría el "Pass Through"’ (impacto que tiene en los precios una suba del tipo del cambio)
Así lo aseguró Ficonomics en su último informe, donde establece que la inflación acumulada para los 12 meses posteriores a la devaluación de agosto podría llegar al 46%, valor que sería consistente con una inflación interanual para 2019 de cerca del 30%.
Mientras que la inflación interanual esperada para los 12 meses posteriores al evento de mayo - junio también se sitúa en línea con una inflación para todo 2019 de alrededor del 30%.
La consultora determinó que, en 2018, hubo dos eventos devaluatorios diferentes. En primer lugar, en mayo y junio, con un alza del 36,5%. Durante julio y casi todo agosto se observó un período de inestabilidad con inflación creciente.
En segundo, en la última semana de agosto se observó otro evento muy significativo, con un evidente impacto inflacionario en septiembre, octubre y (se estima) noviembre, detalló en un informe Ficonomics.
“El evento de agosto parece ser llamativamente inflacionario, incluso cuando se lo compara con otros de igual magnitud, como por ejemplo el de diciembre de 2015, o mismo lo observado en mayo – junio”, destacó. y puntualizó que “la inflación del mes posterior a la devaluación fue de 6,5%, muy por encima del 4,1% observado en enero de 2016 o del 3,5% observado en junio 2018. La explicación más razonable a este fenómeno podría ser lo inesperado del evento, un razonamiento que se refuerza cuando lo comparamos con lo sucedido en enero 2014, que también fue una sorpresa para la economía en general”.
En ambos casos, la inflación del mes posterior fue de apenas debajo del 20% de la devaluación, y a los 3 meses ya acumulaba alrededor del 50% de la misma.
En cuatro casos analizados (se tuvo en cuenta también el episodio de 2014 y el de 2015/2016), el alza de los precios luego de la devaluación “no fue uniforme” ya que claramente existen otras variables que también pueden alimentar o frenar la inflación luego del evento devaluatorio.
Entre otros, la consultora menciona como determinantes a la inercia inflacionaria, a la cantidad de dinero en circulación y la rigidez de precios relativos, en particular precios regulados. “Por ejemplo, todos estos mitigantes ayudaron a reducir notoriamente el 'Pass Through' (PT) de la devaluación de 2002, quizás la más exitosa medida únicamente en términos inflacionarios de Argentina”, dijeron.
Del análisis realizado se desprende que, en promedio, una devaluación puntual se traslada a precios dentro de los ocho meses siguientes, y su efecto en los primeros 3 meses varía entre el 35% y el 50%, dependiendo de las medidas tomadas para contrarrestarla y, fundamentalmente, de si se trata de un evento esperado o no. Cuanto menos esperado es el evento, más rápido parece ser el PT.
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