La trabajadora del Congreso Claudia Guebel ratificó ayer la denuncia por abuso sexual que presentó contra el senador oficialista Juan Carlos Marino y afirmó que lo hizo "para que la Justicia investigue, para que sea un antes y un después para las mujeres que trabajan en la política y en el Parlamento". El miércoles, después de conocerse la denuncia de Thelma Fardín contra Juan Darthés, el senador lució en su banca el cartel de "Mirá cómo nos ponemos".
Se desempeñó como asesora en distintas comisiones legislativas de la Cámara de Diputados, fue secretaria de la Convención Nacional de la UCR y desde hace un año era secretaria del senador nacional del radicalismo, a quien denunció penalmente el último miércoles.
La trabajadora dijo tener "mucha tranquilidad de conciencia" respecto de su denuncia y agregó que "espero que la Justicia investigue porque para eso lo hice, para que sea un antes y un después para las mujeres que trabajan en la política, en el Parlamento".
Tras señalar que le "removió todo ver a las actrices" que acompañaron a Thelma Fardín en su denuncia por violación contra el actor Juan Darthés, Guebel dijo que lo que estaba en juego “no es la honorabilidad del senador, sino la marca” que dejó en ella su conducta.
La militante radical recordó que cuando comenzó a trabajar para Marino, el senador le dijo que iba a desempeñarse "yendo a las comisiones, pero cuando él dijera", y no concurriendo diariamente a su oficina porque "eran muchos".
“Nos vamos a manejar así, me dijo, lo que parece casi un modus operandi", contó Guebel y recordó lo que ocurrió la primera vez que fue a la oficina para que le firmaran la planilla de asistencia: "el senador hace con el dedito como vení para acá, como que tenés que pasar por acá y sin mediar palabra el tipo directamente avanzó a tocarme los pechos".
"Me quedé atónita y temblorosa", contó la mujer y agregó que el senador nacional por La Pampa le "metió la mano por debajo del saco" al mismo tiempo que le dijo "te voy a estar llamando". La trabajadora del Congreso señaló que "el jefe de despacho de este senador, un hombre de 65 años, fue mucho peor todavía", en referencia a Pedro Fiorda, alias Cachi, a quien también incluyó en la denuncia que radicó en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 4.
Según contó, Fiorda le "apretó los dos brazos e introducía la lengua con furia" en su boca, lo que le generó "asco" y distintos malestares físicos que se manifestaron durante los días siguientes al hecho. Guebel también ratificó su acusación contra el tercer hombre mencionado en su denuncia, Juan Carlos Amarilla, quien se desempeñaba como secretario de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, donde ella comenzó su actividad en el Congreso.
La mujer aseguró que Amarilla tenía "un prontuario impresionante" de acoso pero que "ninguna de las chicas se animó a formar una denuncia" y que incluso en la Dirección General de Comisiones le insistieron a ella para que lo denunciara. Guebel remarcó que ya bajo la presidencia de Emilio Monzó en la Cámara de Diputados le abrieron un sumario a Amarilla pero "no lo apartaron" y "fue a parar a la oficina del diputado (Alfredo) Olmedo".
En respuesta a la denuncia, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, afirmó que el senador Marino "va a declinar sus fueros" frente a la denuncia en su contra por abuso sexual y señaló que "en ningún caso" la Cámara alta hará "un linchamiento de alguien" ni tampoco "una protección corporativa".
"En ningún caso vamos a hacer un linchamiento de alguien sobre hechos que no conocemos ni una protección corporativa a uno de los nuestros. Las denuncias hay que afrontarlas y cada uno tiene que ser responsable de lo que hizo", agregó Pinedo, que remarcó que senador va renunciar a sus fueros.
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