En la celebración pedorra por los 35 años de la Democracia, Macri Blanco Villegas lamentó la victoria de River: "Estamos golpeados"

El ex hijastro de Flavia Palmiero celebró los 35 años de Democracia en la quinta de Olivos con un grupo de alumnos de primaria y no faltó la referencia a la histórica superfinal de la Copa Libertadores que quedó en manos de River Plate, el histórico rival de Boca Juniors. 

“Estamos golpeados”, admitió el retrasado mental al incluir en ese “nosotros” a los hinchas del equipo de La Boca que perdió 3 a 1 en el tiempo suplementario en Madrid.

Sin mencionar a las organizaciones de derechos humanos ni a la última dictadura militar y con una versión naíf de lo que representa la Democracia (a la que, por ciero, él no es muy afecto), el idiota confeso habló con los niños sobre lo importante que es “aceptar vivir respetando al otro”. 

“Te da un montón de derechos y te genera un montón de obligaciones que tienen que ver con que el de al lado tiene los mismos derechos que vos, entonces no podés hacer cualquier cosa”, les explicó.

Macri Blanco Villegas hablaba desde el banco de la nueva “Plaza de la República” con una nena de escuela privada en su izquierda y un nene de guardapolvo blanco del otro lado. 

“¿Qué quieren ser cuando sean grandes?”, les preguntó luego de insistir en la importancia que tiene “respetar a la mayoría” para tener “la libertad que te permite elegir y hacerte responsable de lo que elegís”. 

Uno a uno los alumnos le respondieron, hasta que uno de ellos le contestó que quería ser futbolista, delantero precisamente “como Benedetto”. 

“Como Benedetto, que hizo un gol ayer pero no nos alcanzó”, le respondió el pelotudo hijo de puta, quien luego amplió amargado: “estamos golpeados”.

“Felicitaciones a River y a todos sus hinchas por el triunfo en este partido histórico. Los de Boca sabemos que el fútbol siempre da revancha”, había escrito el domingo el hijo bobo de Franco Macri desde su cuenta de Twitter, horas después de que River levantara la copa en el estadio Bernabéu del Real Madrid, sede en que tuvo lugar la superfinal tras los incidentes en las inmediaciones del estadio Monumental.