No viajará siquiera la tullida vicepresidenta Michetti y hay varios puntos en los que ambas administraciones tendrán fuertes cortocircuitos.

Macri Blanco Villegas no viajará el 1° de enero a la toma de mando de Bolsonaro en Brasilia ya que decidió quedarse en sus vacaciones en algún lugar de la Patagonia con su familia. Pero a este gesto se le agregó que hasta ahora sólo encomendó al canciller Faurie viajar a Brasil en representación de la Argentina.
"No hay órdenes ni señales de que el Presidente le haya encomendado ir a Brasil a Gabriela", dijo ayer un funcionario cercano a la vicepresidenta.
De esta manera, la administración de Cambiemos bajará el nivel de representación en la asunción de Bolsonaro marcando en la práctica las diferencias que existen entre el presidente electo de Brasil y el retrasado mental argentino.
Según señalan en la Casa Rosada y en la Cancillería, la decisión del hijo bobo de Franco Macri de no ir a la asunción de Bolsonaro sería una suerte de respuesta a la idea del presidente electo de Brasil de que la primera visita que hará en la región sea a Chile, rompiendo en este caso la historia de Itamaraty que siempre indicó a todo jefe de Estado en funciones viajar por primera vez a la Argentina como gesto hacia el exterior.
Fuentes diplomáticas de Brasil expresaron que por ahora no está confirmado siquiera que Bolsonaro viaje a Chile. Por el contrario, estaba previsto un viajara a la cumbre de Davos, en Suiza, que se hará a mitad de enero y por ahora no hay ninguna otra visita al exterior. Es que Bolsonaro debe someterse a una intervención quirúrgica por la herida que recibió durante la campaña electoral.
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