Marcos Soria era integrante de la CTEP y fue fusilado con un tiro en la cabeza por la Policía de Córdoba mientras se desarrollaba un encuentro de organizaciones sociales.
La familia de Marcos denunció el hostigamiento que recibió el joven por parte de un efectivo de la fuerza y las amenazas que reciben los vecinos del barrio para que no cuenten lo que pasó el sábado por la noche.
El hecho ocurrió en el barrio Angelelli II, de la ciudad de Córdoba. En declaraciones a la AM 530 Somos Radio, su cuñada Silvia, contó cómo fueron los últimos minutos de vida de Marcos.
“Mi cuñado venía a dormir por el lado de la plaza en donde estaba dando vuelta un patrullero. Le piden que se pare porque lo iban a controlar, él se niega porque es el mismo que siempre lo verduguea y salió corriendo. Lo empezaron a correr hasta que lo agarraron y lo golpearon, lo desfiguraron, lo subieron al móvil y lo llevaron al otro extremo del barrio y le pegaron de nuevo. Él intentó salir corriendo pero estaba muy golpeado y tiraron un tiro al aire, levanta los brazos para decir que no se iba a ir a ningún lado y el otro policía le disparó un tiro en la cabeza”, detalló Silvia.
Advirtió que el efectivo que lo ejecutó, “en el barrio nadie lo quiere porque verduguea a todos los pibes, a las mujeres, a los hombres grandes” y contó que lo vio en varias oportunidades “consumiendo alcohol”.
“No nos dan información de él. La Policía no nos dice nada, solo sabemos que le dicen el ‘chino’”, agregó la cuñada de Marcos.
El asesinato de Soria se suma a otro caso de gatillo fácil que sufre la organización CTEP. Además, Silvia señaló que desde el momento que ocurrió el hecho hasta que llegó la policía judicial “pasaron muchas horas” por lo cual sospechan que “se alteró la escena”.
Asimismo, advirtió que hay testigos de lo que pasó pero que tienen miedo de hablar porque los efectivos “empezaron a amenazar a los vecinos para que no den testimonio”.
Hasta el momento, ningún funcionario del Gobierno de Córdoba se comunicó o se solidarizó con la familia de Marcos.
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