En el primer gesto por parte del régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas acerca de la denuncia internacional que pesa sobre el príncipe saudí Mohamed bin Salman, el canciller argentino ponderó el status del heredero de Arabia Saudita y echó por tierra la posibilidad de que Argentina lleva adelante su detención.
Jorge Faurie aclaró que el príncipe "goza de inmunidad de jurisdicción e inviolabilidad personal" por ser “un jefe de gobierno”. Sin embargo, agregó que “eso no quita que la Justicia argentina reciba las denuncias” por violación a los derechos humanos.
"Es un jefe de gobierno, es el hijo del rey de Arabia Saudita, príncipe reinante y heredero, lo cual lo pone en un tramo de la inmunidad de jurisdicción que se le otorga a los presidentes, vicepresidentes, ministros y a las autoridades de un gobierno en ejercicio", aseguró el canciller.
La ONG Human Rights Watch (HRW) había invocado la jurisdicción universal para que Argentina juzgue a Bin Salman por posibles crímenes de guerra cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen, por torturas de oficiales saudíes contra mujeres activistas y por la ejecución extrajudicial del periodista Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul.
El miércoles, fue el mismo Faurie quien recibió en Ezeiza a la delegación de ese país que participará de la cumbre del G20. Poco después, el juez Ariel Lijo envió exhortos a Turquía y Yemen para indagar si existen investigaciones abiertas contra Bin Salman, un trámite que podría llevar algunos días.
Para HRW este fue “un mensaje claro de las autoridades argentinas, que indicó que “ni siquiera los más poderosos, como Mohammed bin Salman, están por encima de la ley”. Los líderes a nivel global deberían pensar seriamente si desean tomarse fotos con alguien que podría terminar investigado por crímenes de guerra y tortura”, planteó ayer su director, Kenneth Roth.
Sin embargo, ayer Faurie se amparó en el estatus del príncipe "reconocido en la convención de Viena" y que es "aplicable a los actos de los enviados en misiones especiales”.
“Esta es una misión especial (por la Cumbre), por lo tanto, mientras está en territorio argentino, tiene lo que se llama inviolabilidad de jurisdicción respecto a su persona y a las funciones que cumple", explicó el canciller.
La polémica desatada por el asesinato de Khashoggi volvió a poner en la mira el rol del reino en el conflicto en Yemen. Desde marzo de 2015, Riad lidera una coalición pro gubernamental contra los rebeldes chiitas conocidos como hutíes, que mantiene al país bloqueado y bombardea intensamente zonas controladas por los insurgentes. Más de 10.000 personas han muerto desde entonces en Yemen, entre ellas unos 85.000 niños menores de cinco años fallecidos de hambre o enfermedades, y más de 14 millones de personas están en riesgo de sufrir una hambruna.
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