Tras horas de versiones cruzadas y mientras los hinchas comenzaban a colmar el Monumental, Alejandro Dominguez, titular de la Conmebol, brindó una conferencia de prensa para ratificar la reprogramación de la Superfinal. El argumento fue que "no hay igualdad deportiva".
Las especulaciones quedaron atrás y el presidente de la Conmebol Alejandro Domínguez anunció finalmente que la Superfinal entre River y Boca "será reprogramada" pero todavía no hay una fecha concreta.
Según confirmó el dirigente, se comunicaría con los presidentes de ambos clubes para pedirles que se dirijan a la sede de Conmebol en Paraguay para definir los pasos a seguir, luego de que Boca hubiese pedido la suspensión del partido y sanciones para el equipo de Núñez. "Los voy a invitar a Asunción y ahí se va a definir", adelantó Domínguez.
La decisión se tomó poco después de que llegara el reclamo de Boca Juniors y a una hora de que se abrieran las puertas del Monumental.
Tal cual como había destacado el club de La Boca, Domínguez consideró que para la asociación no estaban dadas las condiciones para que se realizara el encuentro. "No hay igualdad de condiciones. Un equipo fue agredido. Queremos que se juegue cuando haya igualdad de condiciones", destacó al hacer una referencia implícita al "acuerdo de caballeros" celebrado con los presidentes de Boca Daniel Angelici y su par de River Rodolfo D'Onofrio.
"Tenemos un pedido anterior del Gobierno nacional de Argentina respecto de no jugar en la semana del G20", aclaró, sin dar demasiados detalles sobre cuándo tendrá lugar la nueva fecha.
"Es una vergüenza que estemos hablando de esto por unos inadptados, no voy a sacar el foco a los hechos que han ocurrido, pero es una vergüenza la imagen que se ha mandado al mundo porque esto no es el fútbol, entendemos lo contrario, los profesionales trabajan y enseñan con sus ejemplos dentro y fuera de la cancha. Hoy nos encontramos que tenemos evaluar que hay desigualdad de condiciones, creemos que el partido, cuando entren los once de cada club tiene que ser en igualdad, que genere confianza y que no haya ninguna excusa", justificó.
En medio de los idas y vueltas que marcaron la jornada de ayer, el mediocampista y capitán de Boca Pablo Pérez volvió hoy a revisarse en una clínica porteña para evaluar el progreso de la sanción que sufrió ayer en su ojo izquierdo tras el ataque al micro de su equipo.
"No me tienen que operar. Sí, estoy en condiciones de jugar", alcanzó a responder brevemente a los periodistas que hacían guardia en la puerta del centro médico. A pesar de los dichos del jugador, el oftalmólogo que lo atendió negó que eso fuera posible. Ese diagnóstico condicionó el pedido posterior de Boca y también la resolución que tomó hace minutos la Conmebol.
El acuerdo entre los clubes y la Conmebol establecía que el encuentro debía ser celebrado “en igualdad de condiciones”, un punto que la dirigencia de Boca consideró que no se estaba cumpliendo con la ausencia obligada de algunos de sus jugadores lesionados antes de ayer.
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