El ex hijastro de Flavia Palmiero reconoció que "la devaluación del 100 por ciento del peso" (sic) disparó la inflación y profundizó la recesión de la economía. Sin embargo, lejos de la autocrítica, volvió a culpar a "las tormentas" del exterior y dijo que la crisis de los mercados emergentes le "pegó mal" al país.
Con el visto bueno del FMI, que negocia las condiciones del nuevo acuerdo con el régimen, Mugrizio Macri Blanco Villegas aprovechó el viernes tranquilo en el mercado cambiario para reconocer que los próximos meses serán difíciles debido a la inflación, la devaluación del peso y la recesión económica. “Vamos a tener que poner el hombro”, aseguró el idiota confeso.
Con la tasa de desocupación más alta de los últimos doce años -alcanzó el 9,6 por ciento según la última medición-, en una entrevista con una radio sanjuanina el retrasado mental reconoció que "es un momento difícil" en el país porque "la inflación con la devaluación nos ha pegado" y sostuvo que "es un camino duro pero era el único posible".
"Es un momento difícil. La inflación con la devaluación nos ha pegado, pero a partir de acá vamos a ir bajando lentamente la inflación. Tenemos que llegar a ser un país normal con una inflación de un dígito, un país normal donde el Estado cobre menos impuestos y se banque con los impuestos que cobra", afirmó el pelotudo hijo de puta.
Asimismo, señaló que la crisis en los "mercados emergentes" le "pegó mal" al país y explicó que "nos llevó a esta devaluación del cien por cien (sic), eso nos trajo la recesión económica y vamos a tener unos meses de poner el hombro".
"De los mercados emergentes, la Argentina es el más complicado porque hace 70 años que tenemos un déficit fiscal enorme, que el Estado gasta más de lo que tiene y vive de prestado hace muchos años", repitió, tal como lo hace desde la última corrida cambiaria.
Como de costumbre, el sorete mal cagado aludió a los fenómenos climáticos para transmitir un confuso mensaje de optimismo. "Pero si estamos saliendo definitivamente de estas tormentas, siempre estamos pidiendo que el mundo no tenga tormentas nuevas, eso quiere decir que nos vamos a estar recuperando", agregó.
Luego de que se conociera el jueves un salto del índice de desocupación al 9,6 por ciento, el hijo bobo de Franco Macri eligió destacar que "bajó mucho" el riesgo país, de alrededor de 800 puntos a 600. "Esperemos que siga bajando porque en la medida que baja el riesgo país empieza a bajar (el costo del) financiamiento para las empresas para comprar máquinas y hacer proyectos", evaluó.
El infeliz también sostuvo que el país "no tiene un sistema financiero propio sino uno muy chiquito" mientras que otros mercados emergentes cubren sus necesidades de financiamiento en un "80 o 90 por ciento" a través de fondos locales. Sin embargo, se animó a hacer un augurio sin demasiadas precisiones: "me parece que van a venir más inversiones bajando el riesgo país".
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