El ex columnista toma whisky de TN devenido en ministro de Hacienda señaló que habrá una caída del PBI del 0,5 por ciento y que la economía registrará una contracción del 2,4. En tanto, proyectó una inflación del 23 por ciento y un dólar a 40,50 pesos. También prometió alcanzar el equilibrio fiscal e indicó que habrá un fuerte ajuste en el Estado. "Es un presupuesto austero", definió.
Durante la presentación del Presupuesto 2019 en el Congreso de la Nación, Nicolás Dujovne precisó que para el año próximo se prevé una inflación del 23 por ciento en contraposición con el 42 por ciento con que cerrará el año en curso, y una caída del PBI del 0,5 por ciento.
Además, anunció que la contracción de la actividad económica será del 2,4 e indicó que habrá una reducción del gasto público del 7 por ciento.
Pese a la negatividad de las previsiones, destacó que "por primera vez desde 2009 hay un presupuesto con equilibrio fiscal primario” que es “uno de los objetivos principales de este gobierno”.
"Este es un presupuesto austero", dijo el ministro a la vez que anunció que no se incorporará personal al Estado, así como tampoco habrá reincorporaciones de los despedidos producto del ajuste. Además, responsabilizó de estas previsiones negativas y de duros ajustes en la economía a la existencia de “una serie de shocks” internacionales “que frenaron el crecimiento” que, en su opinión, tenía la economía nacional.
Dijo también que un presupuesto así era necesario "avanzar más rápido para el equilibrio fiscal, con el fin de reducir nuestra vulnerabilidad" y reconoció que "la desaceleración de la actividad, la aceleración de la inflación y el tipo de cambio impactan negativamente sobre los argentinos".
Pese a todo, señaló que el país "va a retomar el sendero del crecimiento rápidamente, con una economía más fortalecida y más previsible".
El sorete mal cagado confirmó que el Presupuesto contempla la continuidad del ajuste en las empresas públicas, no asociadas a transporte y energía, y la reducción de gastos en bienes y servicios "no esenciales". Asimismo, confirmó que continuará el achique en los planteles de empleo público: "no se preveen el ingreso de personal en el año que viene ni cubrir vacantes de retiros voluntarios y jubilaciones".
En cuanto a la negociación que permanece abierta con los gobernadores, y continuará ahora en el debate parlamentario, Dujovne aseguró que respetará "la reforma tributaria aprobada a final de 2017", aunque indicó que "se postergará el incremento a la deducción del impuesto de créditos y débitos". También precisó que se mantendrá la suba del mínimo no imponible a las contribuciones patronales y que se eliminarán excepciones dentro del impuesto a las ganancias.
De acuerdo a las negociaciones que continúan con los mandatarios provinciales, Dujovne no mencionó lo que se reclama desde las provincias: el freno a las rebajas de ingresos brutos de las provincias y la ampliación del Impuesto sobre Bienes Personales a los bienes en el exterior.
En ese marco, el ministro también confirmó el traspaso de los subsidios en transporte y tarifas eléctricas a las provincias. "Tras un largo proceso de conversaciones, de meses, hemos llegamos a un entendimiento para que sean las provincias las que definan las políticas de transporte automotor dentro de sus jurisdicciones y las tarifas eléctricas diferenciales", sostuvo y prometió que "contarán con recursos adicionales sin comprometer sus muy buenos números fiscales".
Para el cierre de la presentación, en la que no se hicieron preguntas antes del debate que se abrirá el jueves, volvió a enviar un mensaje para los mandatarios provinciales frente a la necesidad de aprobar el Presupuesto para cerrar el acuerdo con el FMI: "esperamos el acompañamiento del Congreso, ya que será una señal muy importante para reducir la incertidumbre sobre el proceso económico de la Argentina".
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