Una multitud de mujeres, lesbianas, travestis y trans desbordó la primera asamblea Ni Una Menos para organizar en Buenos Aires el Paro Internacional de Mujeres.
Todas las fuerzas politicas, con excepción de las conservadoras, estuvieron representadas en el millar de personas que tuvieron que buscar lugar al aire libre para poder debatir las acciones que se coordinarán con todas las provincias y también con más de 50 países en el mundo.
La enorme diversidad de presencias da cuenta de una marea feminista que se presenta como un actor político inesperado opositor a las reformas previsionales y laborales y que al inicio de la asamblea se pronunció en contra de los despidos que no cesan.
Las alcancías para los fondos de huelga del INTI, del Hospital Posadas y otros lugares de trabajo pasaban de mano en mano igual que circulaba la palabra en un desafío político inesperado por la masividad.
Esta asamblea fue una más de las que se vienen realizando en distintas ciudades del país y de América Latina. Las imágenes del entusiasmo por la lucha feminista pueden revisarse en redes sociales y auguran una medida de fuerza y movilización muy poderosa para el 8 de marzo.
Con una marcada presencia de jóvenes pero sobre todo con un diálogo intergeneracional que combinaron experiencia y entusiasmo, se mezclaron organizaciones sindicales, fuerzas políticas, organizaciones feministas y muchísimas jóvenes que llegan por primera vez a una actividad militante.
La emoción fue una corriente que unió a todas las asistentes a la asamblea dando cuenta de la transversalidad del movimiento feminista, de su organización y también de su espontaneidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario