A pocas horas de que el presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, aplazara el plenario que podría haberlo investido como nuevo presidente de la Generalitat , Carles Puigdemont asumió la derrota en diálogo con un ex consejero.
Según develó un programa televisivo, el ex titular de la Generalitat reconoció que el proceso independendentista “ha terminado” y aseguró que sus compañeros lo han “sacrificado”.
Al poco tiempo, el dirigente separatista, que se encuentra en Bruselas, admitió que esas habían sido sus palabras pero las atribuyó a un momento de debilidad. “No me arrugaré ni me echaré atrás por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país", escribió en su cuenta de Twitter.
Los mensajes que el líder de Juntos x Catalunya (JxC) le envió a su ex consejero Toni Comín se filtraron durante un acto soberanista, en Lovaina. Haciendo referencia a la entrevista en la que un aliado, Joan Tarda (Esquerra Repúblicana de Catalunya), anunció que quizá era necesario “sacrificar” al líder, Puigdemont escribió que "se vuelven a vivir los últimos días de la Cataluña republicana".
"El plan de Moncloa (Gobierno español) triunfa, solo espero que sea verdad y que gracias a esto puedan salir todos de la cárcel porque si no el ridículo histórico, es histórico", se sinceró.
Puigdemont esperaba asumir el martes como presidente regional, por videollamada o por delegación, pero no pudo hacerlo por la postergación del pleno del parlamento. Pocas horas después, el Tribunal Constitucional rechazó su apelación y dejó firme la medida cautelar dictada el sábado, que prohibía su investidura desde Bélgica. "Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí. Vosotros seréis consejeros (espero y deseo) pero yo ya estoy sacrificado", insistió Puigdemont en los mensajes.
La suspensión del pleno ahondó las diferencias entre los miembros del JxC y la CUP, que se enfrentó al festejo de Esquerra Republicana (ERC), que consideró acertada la decisión de Torrent. En medio de la crisis entre las tres principales fuerzas separatistas, se filtraron los comentarios de Puigdemont, quien salió a pedir perdón enseguida. “Soy humano y hay momentos en que también yo dudo”, aseguró.
Por su parte, Comín alertó que la divulgación de conversaciones privadas es un delito "merecedor de las pertinentes acciones legales", además de puntualizar que los mensajes se habían "sacado de contexto". El ex conseller insistió en la unidad de los independentistas y advirtió que “si el bloque del 155 se está haciendo ilusiones sobre la división del independentismo, tendrá un enorme disgusto”. Además aseguró que “la unidad del independentismo está absolutamente garantizada. Estamos todos conjurados hacer valer los resultados del 21-D”.
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