El gobernador sufrió una lipotimia y debió interrumpir su discurso por unos minutos. Al rato se recompuso y pudo continuar.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, sufrió ayer a la mañana una lipotimia que le provocó una descompensación durante el discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la legislatura provincial y debió interrumpir por unos minutos su alocución.
El mandatario comenzó a hablar con voz entrecortada y pausada, hasta que uno de sus colaboradores se dio cuenta y le ofreció sentarse.
Si bien al principio de vivieron momentos de zozobra, desde la tribuna, los Jóvenes por Córdoba le brindaron su apoyo al grito de "gringo, gringo".
Tras recomponerse y al retomar la palabra, Schiaretti pidió disculpas e hizo un chiste ante la ovación de los presentes. "No va a ser una simple lipotimia la que haga que no cumpla con mi deber constitucional", dijo.
Durante su discurso, el gobernador cordobés destacó que su Gobierno "siempre" va a trabajar para “evitar las crisis y garantizar la gobernabilidad en la Argentina democrática”.
Además, resaltó que el modelo de gestión que lleva adelante desde diciembre de 2015 en el distrito, plantea, en el plano institucional, tener una “correcta relación" con el régimen fascista nacional.
En este punto, dijo que esa posición debería ser "normal" en todas las jurisdicciones para “trabajar juntos para resolver los problemas de la gente, más allá de las diferencias políticas que se dirimen en las elecciones”.
“Sabemos que cada vez que hubo crisis de gobernabilidad, las consecuencias fueron el aumento de la pobreza y el sufrimiento de nuestro pueblo”, remarcó Schiaretti al inaugurar el 140º período de sesiones ordinarias de la Legislatura cordobesa, que es unicameral.
La asamblea legislativa comenzó poco después de las 9, presidida por el titular de la Legislatura, Oscar González con la presencia de 65 legisladores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario