El costo de vida de los trabajadores asalariados aumentó 1,5% en enero, respecto de diciembre último, y acumuló un alza del 25,7% respecto del mismo mes del año pasado.
Si bien el indicador mostró una desaceleración respecto al 2,9% de diciembre, la inflación sigue por encima de los niveles necesarios para alcanzar la meta del 15% que estableció el régimen macrifascista.
En 2016 el salario real formal cayó 5% interanual. En 2017, creció 2,3%, sin recuperar lo perdido en el año precedente. Y en 2018, arrancó con una baja interanual del 0,3%.
Los datos se desprenden del informe mensual de inflación realizado por el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) con el apoyo técnico de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y su centro de doble dependencia del CONICET y CITRA. El mismo agrupa a un colectivo de más de 50 organizaciones sindicales de la CTA y la CGT.
El estudio indicó que para febrero es altamente probable que la inflación vuelva a ubicarse por encima del 2%, de la mano de las fuertes subas de tarifas de transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
También incidirán en el indicador de febrero los recientes aumentos de naftas (que tendieron a concentrarse en la segunda mitad de enero), suba de prepagas y el traslado a precios de la reciente depreciación del peso.
El rector de la UMET, Nicolás Trotta, expresó que si bien se observó una desaceleración de precios respecto de diciembre, aún el nivel de inflación sigue en niveles preocupantes dado que golpea con mayor dureza a los sectores con menores ingresos.
"Teniendo en cuenta la medición de enero y la proyección de precios para febrero, vemos muy lejana la posibilidad de que se pueda cumplir con la meta del 15% de inflación para todo el 2018", expresó Trotta.
En enero, la inflación estuvo traccionada por "Esparcimiento" (2,7%), de la mano de la suba en hotelería producto de la temporada estival y el traslado a precios de la suba del dólar a la electrónica de consumo (con altos coeficientes de importación).
"Equipamiento y mantenimiento del hogar" subió 2% mensual, lo cual se explica por el encarecimiento de los electrodomésticos, también empujados por la suba del dólar. En tercer lugar, "Alimentos y bebidas" subió 1,8%, lo cual se explica por subas estacionales en frutas y alzas significativas en restaurantes.
"Transporte y comunicaciones" subió un 1,5% en enero, impulsado por subas en naftas (las cuales terminarán de computarse en febrero) y en equipos telefónicos (también arrastrados por la suba del dólar).
Por debajo de la media subieron "Vivienda y sus servicios" (1,4%, debido a alquileres), "Otros bienes y servicios" (1,3%, gracias a subas en cigarrillos y artículos eléctricos para el cuidado personal), "Salud" (0,9%, impulsado por medicamentos) y "Educación" (0,8%, debido a subas en útiles). En tanto, "Indumentaria" registró una caída del 0,6%.
En enero, la inflación de los asalariados por deciles más elevada en los mayores ingresos. En el decil 1 (10% de menores ingresos), la inflación fue del 1,1%; en tanto, en el decil 10 (10% de mayores ingresos), del 1,7%.
Ese comportamiento diferenciado se explica por la suba de hotelería y restaurantes, que inciden mucho más en los hogares asalariados de mayores ingresos. Sin embargo, a nivel interanual la inflación del decil 1 sigue siendo la más elevada, con un 29,4% en el decil 1 contra un 23,6% en el decil 10.
Si se toma la inflación desde noviembre de 2015, resultó del 95,9% en el decil 1, contra un 76% en el decil 10: esto es, una diferencia de 20 puntos porcentuales. Para el conjunto de los asalariados, la inflación acumulada fue del 83,1%.
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