La segunda línea del INTI, expertos que dirigen las distintas áreas del organismo público, exigieron al titular del Instituto que reincorpore a los 254 trabajadores cesanteados. “Los hechos que están sucediendo son inéditos en 60 años de historia en el Instituto", advirtieron en una carta.
El titular del INTI, Javier Ibañez, sigue adelante con el despido de 254 profesionales de ciencia y técnica, a pesar de las masivas concentraciones en repudio al recorte anunciado y de la toma pacífica del organismo. Ya distintos especialistas habían hecho llegar su solidaridad con los cesanteados, junto a empleados del sector público que son víctimas también de la ola de ajuste de la alianza de derecha Cambiemos. Ahora fueron los directores y los responsables de centros de investigación y desarrollo del propio INTI los que le manifestaron a Ibañez que las desvinculaciones “no contribuyen de ninguna manera a construir un INTI mejor” sino que “atentan contra la continuidad de líneas de trabajo estratégicas”.
Los altos cargos del organismo, expertos en biotecnología, electrónica e informática, física y química entre otras áreas, enviaron una carta al titular del Instituto en rechazo a los despidos porque “generan una angustiante situación en muchos trabajadores”. Alertaron además sobre los efectos directos que las desvinculaciones tendrán en su funcionamiento. “Los hechos que están sucediendo son inéditos en 60 años de historia en el Instituto y atentan contra la continuidad de líneas de trabajo estratégicas para nuestro país y el futuro del organismo, referente tecnológico de la Industria Argentina”, advirtieron en el escrito.
La dependencia estatal, en la que el macrifascismo está implementando su “política de eficiencia y austeridad”, realiza múltiples tareas que repercuten en el día a día de los argentinos: es el encargado de verificar juguetes plásticos, mamaderas, equipos energéticos, radares e incluso elementos de seguridad en automóviles. Ibañez, quien desde el comienzo de su gestión impulsó un ajuste presupuestario en el INTI - que acompañó con actos de censura y amenazas hacia los trabajadores- envió el viernes de la semana pasada los 254 telegramas a muchos de los empleados que se dedican a realizar esas tareas, algunos de ellos delegados gemiales con mandato vigente.
Los directores pidieron ahora la “inmediata revisión de la situación” para “poder volver lo más pronto a un INTI trabajando con toda su capacidad de funcionamiento”.
“Nos preocupa enormemente la situación de la gente afectada y la manera en que se han tomado este tipo de situaciones”, aseguraron los responsables de las principales áreas de estudio del organismo público.
El martes, Ibañez justificó el achique con acusaciones hacia los trabajadores. "Los despidos son sobre una dotación de más de 3 mil por ausentismo reiterado, incumplimiento de horarios laborales y de desempeños. Queremos ordenar a la institución, en concordancia con el resto de los organismos del Estado”, argumentó. Obvió contar que el 1º de diciembre pasado envió una amenazante carta en contra de los empleados, en el que explicitó su compromiso con las medidas anunciadas por el régimen fascista y extorsionó a los empleados con descuentos de días de trabajo y la pérdida del presentismo. "El país cambió y no todo da lo mismo", aseguraba en el mail que les dirigió.
Desde el lunes los trabajadores llevan adelante medidas de fuerza para revertir la decisión y recuperar las fuentes laborales. Antes de ayer, de un lado y del otro de la reja del INTI, sobre la colectora de la avenida General Paz, más de 700 trabajadores exigieron la reincorporación de sus compañeros. Ellos consideraron que fue “muy importante que la segunda línea de carrera del ente se oponga a la conducción del instituto” y aseguraron que fue una decisión que partió de los mismos directores.
“Es muy profundo lo que hicieron y lo celebramos, sobre todo porque nosotros no lo pedimos. Sabemos que ellos no fueron parte de la toma de decisiones”, aseguró Yamila Mathon, una de las delegadas de los trabajadores y una de las afectadas, que participa desde el viernes de la permanencia adentro del Instituto.
Ante el impacto que generó el ajuste en el sector, los trabajadores creen que puede ser el punto de confluencia del resto de las protestas por los recortes de personal en las distintas dependencias del Estado y afirman que ya cuentan con el apoyo de los principales gremios del país. Tal fue el alcance que tuvo su reclamo que el Papa Francisco invitó especialmente al Vaticano a uno de los trabajadores despedidos.
Fuente: nota de Agustina Arredondo para Página/12
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