domingo, 28 de enero de 2018

Los Blanco Villegas venden la casona de Tandil en la que el engendro mal parido pasó parte de su infancia

Tiene 423 metros cuadrados y según fuentes locales, es una de las casonas más caras de la ciudad. Piden 380.000 dólares. 



"Excepcional inmueble con una bellísima arquitectura, y por esto resulta una de las propiedades de Tandil, declarada como patrimonio cultural, con una calidad de construcción propia de la época (1930), con materiales irremplazables, de un predominante estilo neoclásico francés", la promocionan en el sitio web de la inmobiliaria que la comercializa.

"Cuenta con una superficie construida de 423 metros cuadrados y está emplazada en un lote de 12,85 metros de frente por 56,24 metros de fondo. Su diseño es de planta cuadrada, construida en dos niveles", continúa la descripción. 

"Es importante destacar que la propiedad está en muy buen estado de conservación y mantenimiento, solo precisa algunos arreglos menores, por lo cual se puede prescindir de grandes inversiones. Se observan remodelaciones en los baños, calefacción por radiadores, agregado de alarma y otros detalles, pero nada opaca el estilo original, y agrega comodidad y funcionalidad a la casa", agrega la reseña de la inmobiliaria.

Los Blanco Villegas, la rama materna de la familia de Mugrizio Macri, pusieron en venta hace ya unos años la casona de la avenida Colón esquina Pellegrini, en el centro de Tandil, la ciudad en la que nació y en la que el subnormal pasó buena parte de su infancia. Allí vivieron sus abuelos, Debilio Blanco Villegas y Argentina Cinque, y nació Alicia Blanco Villegas, madre del pelotudo, que aún lamenta la tardía aparición del DIU. El apellido materno del sorete mal cagado tiene una larga tradición en la localidad.

El infeliz tenía una habitación en la plata alta de esa casona ícono de la ciudad bonaerense, según publicó el sitio web de la revista Noticias. 

Las imágenes del sitio de la inmobiliaria que promociona la casa dan cuenta del buen estado de la misma: la fachada y las paredes están en perfectas condiciones. Aún conserva muebles de la época. Se puede ver, de hecho, un televisor de la época.

La madre del idiota confeso es una de las propietarias de la casona, y también administra la estancia La Carlota en la que el líder de la alianza de derecha Cambiemos realizó la fiesta de casamiento con la explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada, ante más de 200 invitados, en noviembre del 2010. Una noche que pudo terminar en tragedia después de que el imbécil se atragantara con un bigote falso en medio de su imitación de Freddy Mercury. Le salvó la vida el ex ministro Jorge Lemus, que logró sacarle el bigote con una migaja de pan.

En los últimos años, el pelotudo hijo de puta volvió a su ciudad natal para descansar algunos días durante varios fines de semana. Pero no volvió a pisar la casa de sus abuelos maternos. Sí lo hizo su madre en alguna oportunidad. El que la quiera debe desembolsar casi 400.000 dólares.

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