Malcorra marcó sus diferencias con el régimen macrifascista: "La confianza se pierde muy rápido"

En declaraciones radiales, la ex canciller cuestionó distintos lineamientos de la política económica de la alianza de derecha Cambiemos. “Hay un desbalance en la balanza comercial a partir de la importación de bienes de capital", dijo. En ese sentido, señaló que "Argentina tiene que encontrar la forma de agregarle valor a sus productos". Sobre las prometidas inversiones extranjeras, señaló que "no se produjeron con la velocidad que algunos pensaban".

Susana "Malvestiti" Malcorra, la ex canciller del régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas, volvió a señalar sus diferencias con la gestión de la alianza de derecha Cambiemos. Esta vez, criticó la política económica que caracterizaron sus dos años y medio de administración. "La confianza se pierde muy rápido y se regala mucho tiempo", aseveró en declaraciones radiales, a ocho meses de haber abandonado su lugar en "el mejor equipo de los últimos 50 años". 

La ex canciller cuestionó la apertura comercial y consideró que “hay un desbalance en la balanza comercial a partir de la importación de bienes de capital" y agregó que "Argentina tiene que encontrar la forma de agregarle valor a sus productos".

En enero, el INDEC informó que la balanza balanza comercial terminó el año pasado con un déficit de 8471 millones de dólares, lo que implica un marcado deterioro frente al superávit de 1969 millones del año pasado, a punto tal que lo convierte en un récord histórico. Según esos datos, en doce meses las importaciones alcanzaron los 66.899 millones, con una suba del 19,7 por ciento frente a 2016. 

En otro pasaje de la entrevista radial, la ex canciller se refirió a las prometidas inversiones del macrifascismo, pero que nunca llegan a a concretarse. "Las inversiones no se produjeron con la velocidad que algunos pensaban", manifestó y adelantó que estas no serán “masivas” sino “paulatinas”. 

Malcorra asumió a su cargo como jefa de la diplomacia argentina en noviembre de 2015 y renunció en mayo del año pasado por “temas personales”. A poco de salir del cargo de canciller y tras su fallida postulación para ser secretaria general de la ONU, marcó diferencias con el régimen macrifascista. En esa ocasión, reveló que mantuvo "diferencias" con “el presidente y muchos miembros del gabinete porque tenían una visión muy, muy dura” sobre la situación en Venezuela.