miércoles, 11 de septiembre de 2019

La herencia a recibir: si gana, Alberto enfrentará vencimientos por U$S 23.400 millones en sus primeros cinco meses de gobierno

El candidato del Frente de Todos debería renegociar la deuda en tiempo récord para no caer en default. Confían en generar la confianza suficiente para bajar el riesgo país y mantener una posición abierta hasta más allá de la fecha de vencimiento la mitad de las Letes.


De confirmar en octubre su histórico triunfo en las PASO, Alberto Fernández no tendrá un solo día para festejar y deberá ponerse a trabajar inmediatamente con su equipo económico en lograr una renegociación de la deuda en tiempo récord para evitar un default.

El problema es que en los primeros cinco meses de su eventual mandato afrontará necesidades de financiamiento por 23.400 millones de dólares, con una especial acumulación en abril y mayo, donde vencerán unos 7.731 millones y 6.891 millones, respectivamente, según las estimaciones de la consultora ACM. Esto incluye bonos, Letes, intereses de la deuda, pagos a organismos internacionales y financiación del déficit.

Ello reduce el margen disponible para llegar a un acuerdo voluntario con los bonistas que permita patear estos compromisos a tiempo, si no se quiere repetir el tortuoso sendero del 2001 de la mano de los fondos buitres. Ya hay 13 bancos que están moviéndose para lograr la adhesión del 75% de los bonistas, número mágico que deja afuera toda pretensión de los fondos buitres por las clásulas de acción colectiva.

"Un posible gobierno de Fernández debería sentarse a negociar cuanto antes para sacarle presión al financiamiento 2020. Si las condiciones para el mercado son aceptables, podría lograrse rápidamente. La parte más complicada es la de los vencimientos en moneda local; allí habrá que ver si el gobierno logra un acuerdo con acreedores o tendrá que recurrir a otras herramientas de financiamiento, como la emisión", manifestó Lorena Giorgio, de Econviews.

Según miembros del propio equipo técnico del peronismo, estas negociaciones suelen durar unos seis meses, pero dadas las circunstancias se intentará acelerar los tiempos. Paralelamente, intentarán generar la confianza suficiente para bajar el riesgo país y poder volver al mercado de capitales local.

"No hace falta llegar a un acuerdo final para que baje el riesgo país. Cuando los inversores vean que la renegociación progresa bajo el paraguas del FMI, con un presidente capaz de tomar decisiones y con un buen programa fiscal y financiero, los activos argentinos van a volverse muy atractivos", confiaron desde las filas del Frentede Todos.

Pero para tener financiamiento en el mercado local, desde la consultora Eco Go sostienen que el índice del JP Morgan debería retroceder hasta los 800 puntos básicos y para bonos de legislación extranjera deberá contraerse por debajo de 600, cifras para nada accesibles en el contexto actual.

"Para bajar el riesgo país, reabrir el mercado y lograr una aceptación del reperfilamiento por parte de los bonistas, Alberto va a requerir generar confianza con un programa monetario y fiscal consistente y una agenda de reformas estructurales. La economía no va a dejar margen para financiar populismos. Necesariamente para crecer se van a necesitar dólares y para eso hay que reabrir el mercado de capitales porque con las divisas de las exportaciones no alcanza", remarcó Federico Furiase, director de esa entidad.

Aun así y bajo un escenario optimista que contemple la totalidad de los desembolsos del FMI y un rollover de Letes del 50%, en ACM calculan que se necesitarán nuevas colocaciones de deuda por 19.800 millones de dólares.

"Alberto no tiene nada de tiempo para llegar a un acuerdo. El reperfilamiento de Lacunza cerró toda posibilidad de volver al mercado externo y el panorama luce muy sombrío. O refinancian rápido en forma voluntaria o termina en un default", agregó el analista financiero Christian Buteler.

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