jueves, 21 de febrero de 2019

No les sale ni el tiro del final: el nuevo salto inflacionario complica el plan del régimen de reactivar la economía vía paritarias

Dujovne -demostrando a las claras que vive en nube de pedo- confiaba en que los aumentos de sueldo traccionen al consumo, pero los economistas lo ven improbable.


El repunte de la inflación de enero no sólo expuso por enésima vez Miauricio Macri Blanco Villegas que había asegurado tan sólo 24 horas antes que "ya estaba bajando", sino que rompió con el clima positivo que venía instalando el régimen fascista a partir del veranito financiero internacional y dejó en ridículo el plan de Dujovne de reactivar la economía vía paritarias.

Hasta hace una semana, el ex columnista toma wisky de TN devenido en ministro de Hacienda venía insistiendo en diversos medios con la idea de que la actividad económica empezaría a repuntar en el segundo trimestre a partir de una recomposición de los salarios reales que traccionarían al consumo interno.

Los funcionarios aseguraban que la activación de las cláusulas gatillo de importantes gremios a fin de 2018, sumado a las negociaciones de este año -que por lo pronto tienen un promedio del 23% de incremento- sería suficiente para ganarle a la inflación y recomponer parte de lo perdido el año pasado.

"Es imposible hacer un cálculo preciso porque dependerá de cada gremio, pero confiamos en que los salarios recuperen algo. Es una de las variables que empujará a la economía además de las exportaciones", reiteran desde Hacienda.

Sin embargo, la realidad parece arruinar una vez más las proyecciones optimistas del oficialismo, ya que los primeros datos de las principales consultoras económicas anticipan una variación general de precios de entre el 3,5% y el 4% para el mes de febrero.

De esta manera, se confirma un repunte inflacionario que se extendería al resto del año dadas las actualizaciones tarifarias anunciadas y el nuevo salto del dólar que ya cotiza en torno a los $ 41. De hecho, las proyecciones privadas van del 32% hasta un 51% para todo el 2019.

Frente a este panorama, los salarios volverían a registrar un nuevo recorte en términos reales, aunque en menor medida en comparación con el 2018, donde perdieron 20,6 puntos porcentuales en la peor caída en 16 años.

"El consumo no va a ser el driver de la economía. No se va a sentir en el bolsillo el crecimiento del salario real", afirma Juan Ignacio Paolicchi de Eco Go, quien estima una inflación del 34% contra unas paritarias del 35%.

Un análisis más pesimista hace Javier Alvaredo, de la consultora ACM, ya que pone sobre la mesa el impacto de la masa salarial, que además de las remuneraciones contempla la cantidad de puestos de trabajo.

"Yo no veo que haya una recuperación de los ingresos reales y ni se si le van a llegar a empatar a la inflación. El mayor problema es que el empleo está muy complicado, estamos viendo suspensiones en todos lados. Se está cayendo la masa salarial por menor cantidad de horas trabajadas", manifestó Alvaredo.

En el único sector donde podría llegar a observarse una mejora es en las jubilaciones, pensiones y beneficiarios de AUH, ya que la fórmula de actualización las ata en un 70% al IPC del semestre anterior, es decir, el período más inflacionario de toda la era Macri Blanco Villegas.

Es por eso que los aumentos para el primer semestre acumularán un 23,9% -11,8% en marzo y 10,8% en junio-, lo que suponía que permitiría recuperar parte de los 19,4 puntos porcentuales perdidos en 2018.

Sin embargo, con la nueva espiralización de precios esta certeza comienza a ponerse en duda. Tal es así, que el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) prevé una baja del 1,6%, "con un escenario optimista" y de un 2,3% en un panorama "moderado".

Como sea, incluso con una leve mejora no llegaría a traccionar el consumo interno, que depende en una proporción mucho mayor a los ingresos de los trabajadores del sector privado.

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