Acordaron ir juntos a ver a la ex presidenta. Duhalde quiere saber si va a jugar en la elección y dice que gana.
El ex presidente interino Eduardo Duhalde y el secretario general del sindicado de camioneros y ex titular de la CTG Hugo Moyano acordaron ir juntos a reunirse con Cristina Fernández de Kirchner, que en su afán de mostrarse abierta a la unidad con todo el peronismo ya les avisó que está dispuesta a recibirlos.
Después de más de una década peleados, la líder de Unidad Ciudadana retomó a fines del año pasado el diálogo con el ex intendente de Lomas de Zamora, a quien llamó antes de que se operara de la columna. Duhalde le devolvió la gentileza por los medios: "Si tuve problemas con Cristina, ya me los olvidé", declaró.
Tras algunas charlas teléfonicas y -especialmente- diálogos a través de amigos en común, ahora los ex presidentes podrían verse cara a cara. Pero la novedad es que en la misma mesa se sentará Hugo Moyano, que así lo acordó con el dirigente de Lomas de Zamora. Duhalde quiere preguntarle a Cristina si va a jugar en la elección.
Si bien el diálogo de Cristina con Moyano y Duhalde ya es conocido, hasta ahora la senadora no se juntó con ninguno de los dos. Más abierta que en otros tiempos, ya les avisó que está dispuesta a recibirlos y se descuenta que lo hará.
El ex gobernador bonaerense ya empezó a moverse activamente y este sábado organiza un encuentro con Roberto Lavagna y su tropa en su quinta de San Vicente. Duhalde afirma que intentará hacer crecer la posible candidatura de Lavagna para ir al Instituto Patria con un plan B, por si ve que Cristina no es.
Es que el ex presidente cree que Cristina tiene chances de ganar la elección y apuesta a eso. Si le da señales de que será candidata, su estrategia será tratar de cerrar de algún modo un acuerdo entre Cristina y Lavagna. El lomense contó días atrás que la senadora, en un mensaje a través de esos intermediarios, le dio a entender que no veía mal una eventual candidatura del ex ministro.
El acercamiento de Duhalde a Cristina está vinculado con su "decepción" con Miauricio Macri Blanco Villegas, a quien apoyó en las elecciones de 2015. EL ex gobernador bonaerense está enojado con el retrasado mental y dice que ve muy mal su régimen fascista (meses atrás se sinceró y declaró que lo ve "como el orto").
Las charlas de Duhalde y Cristina arrancaron con el llamado "afectuoso" de la senadora por la operación, en el que no hablaron de política. Después de otras conversaciones, empezaron a enviarse mensajes a través de dirigentes en común. "Hubo un par de llamados de ella más de tono personal que político unos días antes y luego de la operación de Duhalde. Después arrancaron mensajes a través de conocidos. Cristina quiso saber cómo estaba de salud y cómo estaba su familia", dijeron en el entorno de Cristina.
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