Una Iglesia "en salida", que dialogue y escuche a todos los sectores, principalmente a los más vulnerables. Eso es lo que el papa Francisco le reclama a las máximas autoridades eclesiásticas de la Argentina y sobre ese tema se refirió el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, durante el encuentro anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas.
"En la Argentina nunca hubo un partido católico y eso es bueno. Eso impide que la Iglesia sea identificado a un partido en particular, porque tenemos que atender a todos los partidos", sostuvo Ojea. El mensaje tuvo doble receptor: los hombres de negocios de la ACDE y los arzobispos de las ciudades más importantes de la Argentina, que a veces, según dicen los propios religiosos, solo escuchan a los oficialismos.
"Nuestro país está atravesado por viejas heridas históricas y particularmente en los últimos años. A pesar de ello, ha ido creciendo un diálogo en la iglesia, un diálogo que superó la grieta, el diálogo ecuménico. El pueblo es muy sencillo al diálogo interreligioso", afirmó el monseñor.
El diálogo interreligioso es la herramienta de los "curas villeros" y otros pastores que reportan directamente al Sumo Pontífice para profundizar la vocación de escuchar. Por eso, llega desde el Vaticano el insistente pedido de abrir el diálogo. "El Papa habla de una actitud detrás de la palabra. El diálogo no es solo entre pensamientos, es un diálogo entre personas", sostuvo Ojea y remarcó que "el diálogo es imprescindible para salir de la grieta".
El obispo de San Isidro inauguró ayer el XXI Encuentro Anual de ACDE, convocado bajo la consigna "Hacia una Argentina Integrada y Plural". La jornada se desarrolló en el auditorio del hotel Sheraton de Retiro y contó con las exposiciones de Santiago del Sel, presidente de la Asociación; el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna; el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; el historiador económico Pablo Gerchunoff; el senado del PRO Federico Pinedo; el senador del PJ Miguel Ángel Pichotto y el ex diputado provincial y dirigente del Movimiento Evita, Fernando Navarro, entre otros.
Al inicio de su reflexión espiritual, Ojea recomendó adoptar el rol de oyente para salir de las adiciones. "De alguna manera nosotros vivimos en una sociedad adicta: el que no está adicto a la droga lo es al alcohol, a la imagen o a la velocidad. La palabra adicto tiene que ver con lo que no se dice. El adicto, como todo herido, se cura por la palabra, a través de un espacio de escucha. Lo redescubrió la psicología moderna. Nos curamos cuando podemos exteriorizar las cosas", remarcó.
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