En una conferencia de prensa, el canciller Jorge Faurie intentó desligar otra vez al Gobierno del escándalo por la suspensión del partido de la Selección Argentina con Israel a disputarse en Jerusalén, en medio del conflicto en la Franja de Gaza.
Faurie reiteró que la Cancillería no tuvo injerencia en la decisión y endilgó la responsabilidad únicamente a la Asociación del Fútbol Argentino, a la que definió como “una entidad privada, separada, que no tiene nada que ver con la gestión de Gobierno”.
Sin embargo, se contradijo porque al mismo tiempo celebró las buenas relaciones bilaterales entre ambos países “que se demuestra en la comunicación entre el presidente Mauricio Macri y el Primer Ministro Benjamín Netanyahu para ver si la decisión de la AFA podía ser revertida”.
Al principio, Faurie afirmó que la única intervención que tuvo la Cancillería en el conflicto fue poner en conocimiento a los directivos de la AFA “de la sensibilidad” que planteaba el traslado del partido de la ciudad de Haifa a Jerusalén, donde recientemente se mudó la embajada de Estados Unidos en medio de la represión del ejército israelí hacia los palestinos que reclaman las tierras. “Cuando la AFA es informada por la contraparte sobre la mudanza, entendieron que estaba muy avanzado el proceso comercial que les dificultaba cambiar lo que tenían que hacer, por eso se llegó hasta el final”, afirmó para borrar al régimen de la decisión.
Pero luego, al ser consultado sobre el estado actual de las relaciones entre ambos países, ponderó el llamado de Netanyahu a Macri para presionar porque se reflote el partido. “Hay un potencial enorme para las relaciones bilaterales que se demuestra en el hecho de que el primer ministro haya llamado al presidente para ver si la decisión de la AFA podía ser revertida, pero los jugadores y los directivos habían decidido otra cosa”, admitió Faurie ante los medios.
Luego, se refirió en particular a la “campaña que pretende sembrar el terror en personas de espíritu pacífico” al hablar de las protestas que recibieron los jugadores durante su entrenamiento en Barcelona. “La paz sólo se consigue con el diálogo”, insistió el canciller, quien definió como “despreciables” a las acciones que se suscitaron en España contra la celebración del encuentro. Las críticas se replicaron luego de que el partido se trasladara a Jerusalén en el estadio Teddy Kollek de Jerusalén, donde antes se levantaba una aldea palestina, hasta que finalmente el partido fue suspendido.
Faurie no nombró en ningún momento al Estado palestino y tampoco mencionó la matanza de 16 personas y más de 1000 heridos producto de la represión del ejército israelí contra las protestas a pocos días de la celebración de los 70 años de la creación del Estado de Israel y luego de que el presidente estadounidense Donald Trump mudara la embajada a Jerusalén, ciudad señalada por los palestinos como territorio ocupado y capital de su país.
Al contrario, el canciller enfatizó que las relaciones de Argentina con Israel “son de una gran significación” y subrayó que el país está “entre los primeros países que hemos reconocido la creación del estado desde su nacimiento y además es una de las comunidades más relevantes en el proceso migratorio argentino”.
“Prestamos enorme atención de las actitudes del estado israelí tenemos relaciones muy fructíferas en términos económicos políticas y comerciales. Hay un potencial enorme para las relaciones bilaterales”, afirmó.
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