jueves, 7 de junio de 2018

Efectivos de la Policía e la Ciudad hirieron de gravedad a un mantero senegalés que debió ser hospitalizado

Las imágenes registradas con los celulares muestran la violencia policial. "No estaba vendiendo", aseguraron los compañeros del hombre herido.


La imagen es brutal. Un vendedor senegalés está tirado en el piso ensangrentado y rodeado de policías. Minutos antes, efectivos de la Policía de la Ciudad intentaron reducirlo. Uno de los uniformados sacó una navaja y se la clavó en el brazo. El tajo fue tan profundo que le perforó una arteria y el vendedor se desvaneció en el acto. 

“No estaba vendiendo”, dijeron sus compañeros que registraron con sus celulares la brutalidad policial. El hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Álvarez donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y luego quedó detenido por resistencia a la autoridad y por supuesta violación a la Ley de Marcas. 

Todo ocurrió en Emilio Lamarca y Avellaneda, en Flores. Allí estaba Serigne Dame Kane, un joven de 30 años, residente senegalés que solía vivir de la venta ambulante. Según sus compañeros, Kane no tenía ningún tipo de mercadería en el momento que fue interceptado por los efectivos y no estaba vendiendo.

“Flores está prácticamente militarizado. Vinieron efectivos de la Comisaría 50 y se le tiraron encima. Lo golpearon con la tonfa porque no lo lograban reducir. Después vinieron los de Infantería y uno sacó un cuchillo y se lo clavó”, contó Omar Guaraz, dirigente de la agrupación Vendedores Libres, organización que hicieron entre los vendedores ambulantes para defender su fuente de trabajo. Todo ocurrió el martes a las 18.

Producto del corte, que le perforó una arteria, Kane debió ser trasladado al Álvarez e intervenido quirúrgicamente. Todo con custodia policial porque estaba detenido. La causa: resistencia a la autoridad y violación de la ley de marca. Recién esta mañana, a las 10, fue liberado de la Comisaría 50ª donde paso la noche ya que en el hospital sólo le hicieron una primera curación antes de llevarlo detenido.

“Flores es el lugar que más vendedores hay y hoy está militarizado. Hay alrededor de 200 efectivos en las calles para salir a lastimar a los compañeros. Ya no les interesa prohibir la venta, ahora salen a golpear y detener para armar causas judiciales”, describió Guaraz cómo es el panorama.

Según el referente, la persecución del gobierno porteño complicó aún más la situación de los vendedores ambulantes. “Seguimos en la calle sin ninguna solución y los compañeros tienen que salir a ganarse el mango”, se lamentó el dirigente.

En repudio a la ya habitual violencia policial, los vendedores convocaron para ayer a un corte de calle, sobre Avellaneda.

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