El conservador arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, se diferenció de la mesura del episcopado y criticó sin eufemismos al régimen macrifascista por promover el debate de la despenalización del aborto y hasta lo acusó afirmó que la instalación del tema "podría ser una cortina de humo para tapar" otras cuestiones de la realidad nacional.
"Hay una serie de contradicciones en el caso del president, un hombre que fue formado en el colegio Newman y en la UCA, que yo creo que ni sabe hacerse bien la señal de la cruz, y ahora sale con estas cosas", dijo el arzobispo en declaraciones a la ultraoficialista radio Mitre.
En tanto, ante una consulta, sostuvo que la instalación del tema "podría ser una cortina de humo", aunque señaló no contar "con datos para afirmarlo", pero agregó que "en esta gimnasia democrática poco seria, todo es posible".
"El de Cambiemos es un gobierno sin principios ni orden moral", afirmó el arzobispo de La Plata, que representa a uno de los sectores más conservadores de la Iglesia y tiene una pésima relación con el Papa Francisco.
El debate por el aborto desembarcó con fuerza esta semana en el Parlamento, después de muchos años de resistencia, luego de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun Menéndez, les indicara a los jefes parlamentarios de la alianza de derecha Cambiemos que el régimen macrifascista "no va a obstaculizar" la discusión del tema.
Los dichos de Aguer representan una de las posturas más conservadoras dentro del Episcopado, pero alejada del pensamiento de su actual conducción que encabeza el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, cercano al papa Francisco, que el viernes difundió un comunicado mucho más moderado y abierto al debate sobre el aborto.
En ese texto si bien reiteró la postura histórica de la Iglesia en favor de la vida, reclamó una discusión "integral" del tema así como un "diálogo sincero y profundo, sin descalificaciones, violencia o agresión", de cara al debate en el Congreso.
Aguer está próximo a su retiro y el Papa Francisco analiza reemplazarlo por un cura villero. Este obispo tiene una pésima relación con Bergoglio, que lo ve como el representante de uno de los sectores internos de la Iglesia argentina que más lo resiste.
Por su parte, Aguer ayer indicó que le "llama la atención que algunos periodistas digan que la Iglesia es la única que se opone, cuando hay evidencias científicas que dicen que desde el momento de la concepción hay vida humana".
"Lo que me llama la atención de este proyecto es que se despenalizaría el aborto a partir de las 14 semanas. Yo me pregunto, ¿por qué no después? ¿Antes qué es eso, un bicho? ¿Se convierte en humano repentinamente a las 14 semanas?", agregó.
Por último, afirmó que no cree que la habilitación del tema en el Congreso "sea una medida en contra del papa Francisco", ya que "en otras ocasiones ha habido presiones del mismo tipo", y pidió "no meter al Papa en cuestiones que no desea meterse".
Sin embargo, no pocos recuerdan que durante el debate por el matrimonio igualitario, Aguer representó la linea dura y Bergoglio intentó negociar un "mal menor". La historia se repite.
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