Pocas horas después de la apertura de sesiones ordinarias, la desquiciada diputada nacional de la alianza de derecha Cambiemos Elisa Carrió se sintió mal cuando estaba en el Aeroparque Jorge Newbery y tuvo que recibir atención médica.
Desde el entorno de la legisladora, confirmaron que debieron "llevarla a una sala para que le midan la glucemia", que es la presencia de azúcar en la sangre.
Carrió, además de enferma mental, es diabética y debe hacerse controles frecuentes. Los médicos que la atendieron en Aeroparque le midieron la presión y controlaron la glucemia para verificar que estuviera en los niveles normales.
En declaraciones televisivas, la diputada de la Coalición Cínica Paula Oliveto confirmó que Carrió "solo se mareó un poco" y agregó que "no se desmayó. Está bien. Fue solo un mareo".
Oliveto adelantó que la cofundadora de la alianza fascista gobernante seguiría con su agenda normal. "A veces, cuando tiene jornadas de trabajo largas, se puede llegar a marear", explicó. En esa línea, agregó que la gorda infornicable "tiene problemas de contracturas que muchas veces la perjudican".
Por otra parte, el legislador porteño Maximiliano Ferraro informó en las redes sociales que Carrió "se encuentra bien" pero que "se sintió un poco mal" por una baja de presión. "Fue atendida. Le midieron la presión y la glucemia", explicó. Además, aclaró que los "valores de la presión arterial y glucemia dieron normal".
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