El régimen macrifascista volvió a quedar atrapado por las presiones cruzadas que genera la definición del nuevo marco regulatorio de las telecomunicaciones, en una pulseada que cruza a funcionarios de primer nivel, empresarios de peso internacional y promesas de inversiones millonarias.
Macri Blanco Villegas y Andrés Ibarra con Carlos Moltini,
flamante CEO de la fusionada Telecom-Cablevisión.
|
Mugrizio Macri Blanco Villegas empezó el año con la idea de emitir un decreto de necesidad y urgencia para habilitar la televisión satelital y abrir el juego para aplicación del cuádruple play, sin esperar la sanción de la ley de convergencia.
Era un reclamo de Telefónica y Claro, que como no tienen red de cable apelan a ese atajo para ofrecer su "cuadruple play".
Así, aun sin desplegar fibra óptica, podrían competir con la flamante fusión Cablevisión-Telecom, que espera el aval final de la Comisión de Defensa de la Competencia para salir al ruedo.
El DNU se esperaba para enero, luego para febrero y ahora se habla de marzo. Pero esta semana en el mercado de telecomunicaciones crecía la versión de que el Gobierno había puesto un freno hasta nuevo a aviso.
En esta etapa lideran la resistencia a ese decreto Vila-Manzano y Pierri, escudados en la defensa de los pequeños cableros en manos de cooperativas. Sin embargo, el decreto que el Poder Ejecutivo ya tiene redactada, establece una cláusula de exclusión que prohíbe a las telefónicas dar televisión satelital en ciudades de menos de 80 mil personas. Sería la manera elegida para proteger a las cooperativas.
Lobbys cruzados
El viernes una fuente del Enacom que dirige Miguel de Godoy afirmó que en el organismo circula la versión que el decreto saldría en diez días. ¿Por qué las diferentes versiones?
Mario Quintana es hoy el funcionario más alineado con Telefónica y quien más empuja que el decreto que habilita a esa empresa a dar televisión satelital, salga cuanto antes.
Sin embargo, esa postura no convence a otros colaboradores muy importantes del ex hijastro de Flavia Palmiero, que ponen más la mira en la política. Ese grupo argumenta que no es el momento apropiado para volver a puentear al Congreso con un tema tan sensible, cuando todavía no se resolvió la suerte del megadecreto de desburocratización, rechazado hasta por el peronismo más cercano al Gobierno.
Ese sector es el que propone esperar que se sancionen las leyes en las que se supone se fragmentará el megadecreto y recién después sacar un DNU con el nuevo marco regulatorio de la convergencia, que en este mismo año debería ser reemplazado por una ley.
Y esa es la otra pelea. Macri Blanco Villegas quería dejar la ley para el 2019, para tener una carta de negociación con el grupo Clarín en pleno año electoral. Pero en la última semana circuló en el Congreso la versión que finalmente la Casa Rosada habría decidido ponerla en tratamiento este año. De hecho, al anteproyecto que redactó la comisión que lidera la incogible radical Silvana Giudice, ya comenzó a circular de manera extra oficial. El texto espera una revisión final del ministro Andrés Ibarra y del propio Macri.
Se cruza en esa discusión la aprobación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), de la fusión de Cablevisión-Fibertel con Telecom. En la alianza de derecha Cambiemos circuló la versión de una orden de Jefatura de Gabinete de posponer ese paso hasta después del Mundial. Esto generó una previsible tensión, pero fuentes al tanto de las negociaciones explicaron que no sería posible forzar esa demora porque el organismo tiene un plazo legal de 60 días para expedirse, que vence en Abril.
No es poco lo que está en juego. Cablevisión-Telecom envió a su flamente CEO, Carlos Moltoni, a visitar a Macri Blanco Villegas. El mensaje fue contundente: El grupo, una vez pasados todos los pasos que aprueban la fusión, tiene pensado invertir 5000 millones de dólares en los próximos tres años. Por lejos la inversión más alta de todo el mandato del subnormal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario