El empresario aseguró que no apoyará la reelección del ex hijastro de Flavia Palmiero por su política industrial y porque "defraudó todo lo que hizo". Agregó que no tiene “ganas de votar”.
El ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) Héctor Méndez aseguró que el actual contexto de crisis económica producto de la política de Miauricio Macri Blanco Villegas “es comparable con la época de (el ministro de Economía de la última dictadura, Alfredo) Martínez de Hoz” e inclusive “más duro”, y subrayó que “no hay ninguna urgencia” para poner en marcha una reforma de flexibilización laboral como la que el macrifascismo tiene en carpeta.
“Esto es comparable con la época de Martínez de Hoz. Aunque es más duro por las expectativas que generó. Uno no esperaba de Martínez de Hoz una acción mejor, sí la esperaba de Macri”, criticó el dirigente empresarial, quien se expresó “defraudado” por el régimen macrifascista.
Además, cuestionó el modo con que la administración de la alianza de derecha Cambiemos “castiga” al sector industrial e indicó que “no” votará al hijo bobo de Franco Macri porque “me defraudó”.
“Defraudó todo lo que hizo. No era su amigo ni lo conozco ni tengo relación con él. Pero la verdad es que lo que puso no fue amor con el sector industrial”, lanzó durante una entrevista por radio Cítrica.
En este sentido, Méndez confesó que no tiene “ganas de votar” porque “todo me parece todo una lacra, de un lado y del otro" y "lo que ofrecen (los candidatos) es muy malo”. No obstante, al referirse a su deseo sobre los resultados de los próximos comicios, agregó que “ojalá que la Argentina tenga un cambio y que los empresarios, que han sido víctimas y muy castigados por este gobierno, tengan las chances de poder actuar de vuelta”.
“Yo soy industrial y la Argentina tuvo un enorme proceso de deterioro en los últimos años”, sostuvo el ex titular la principal cámara de dirigentes de ese sector en el país, quien también puso en tela de juicio la iniciativa del régimen de poner en marcha una reforma laboral en caso de ganar las elecciones. En su criterio, aún “hay que revisar muchas cosas”.
“Todo tiene su tiempo”, explicó no sin aclarar que él está a favor de una flexibilización. “Pero no es cuestión de hacerla apresuradamente, sino en el momento y condiciones que corresponda”, de modo tal “que nadie diga que el Estado es débil en la negociación”.
“El gobierno hace su juego y los sindicatos el suyo” y “cada uno hace la defensa que le corresponde”, añadió y evitó centrar sus críticas en los gremios. Es más, hasta reconoció que también hay “abusos” de empresarios: “Se tiene que acabar el abuso de los trabajadores pero también el de los empresarios”, sentenció.
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