El militante de una organización barrial cordobés que vulneró la seguridad presidencial e insultó al hijo bobo de Franco Macri cara a cara decidió romper el silencio. En diálogo con radio Continental Córdoba, dijo que su reacción fue "espontánea y fortuita" y reafirmó que "no me arrepiento".
El ídolo fue identificado como Claudio Leonardo Turi y es integrante de la organización La Barriada. "No soy militante kirchnerista", resaltó el hombre, quien aprovechó para justificar la forma en la que se dirigió a Macri Blanco Villegas y relatar cómo terminó de frente al retrasado mental.
"Fue una situación fortuita. Salíamos de una reunión en la casa de mi hija, que vive ahí cerca. Estaba cortada la calle. Comenzaron a decir que estaba el presidente, justo abren una puerta y sale el gobernador (Juan Schiaretti). Me saqué una foto con él. Nadie me paró, seguí sacando fotos y nadie me paró", contó.
En ese sentido, agregó que en un momento se dio vuelta y se encontró de frente con el ex hijastro de Flavia Palmiero. "Respecto del exabrupto, cualquier ciudadano que está viendo la situación que está pasando nuestro país hubiera hecho lo mismo. No fue una expresión preparada", justificó.
Entre otras cosas, Turi contó qué hace dentro de la organización en la que milita. Dijo que se trata de una asociación sin fines de lucro que asiste a personas en situación de calle.
"A media cuadra de donde comía el presidente se junta un núcleo de personas en situación de calle, que no tiene para comer, y se las asiste. Yo quería compartirle eso (a Macri), pero en medio de los empujones y de los gritos me salió un insulto, del que no me arrepiento. Representa el descontento de la gente que está padeciendo esto. Sabemos que hay un vaciamiento organizado; un desinterés y una insensibilidad del gobierno ante esta situación. En Córdoba hay 340 personas que duermen en la calle", explicó.
Si bien aseguró que no milita a favor del kirchnerismo, Turi admitió que estuvo en el último acto en Córdoba del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández. "¿Por qué me tienen que clasificar?", preguntó el hombre y aseguró que en el grupo del que participa "hay diversidad de pensamientos políticos". "Muchos somos cristianos. Tratamos de dar una asistencia de contención donde el Estado no lo está haciendo", agregó.
Cuando le preguntaron si pensaba que la forma en la que actuó fue una "falta de respeto", Turi retrucó que "el presidente nos está faltando el respeto con sus políticas neoliberales y clasistas".
El episodio ocurrió el miércoles en la capital cordobesa cuando Macri Blanco Villegas ingresaba a un restaurante para cenar con el gobernador Schiaretti. El insulto fue grabado por un testigo. En el video se muestra cómo Turi se acercó al idiota confeso, quien entraba al local junto a su esposa, la tilinga explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada, y le reprochó que su régimen "ha vaciado el país", tras lo cual fue apartado rápidamente por los custodios. "Hijo de puta", le lanzó también.
El hecho expuso una vez más las fallas en la seguridad presidencial. Tal es así que, tras el incidente se convocó en la Casa Rosada a una "reunión operativa" para encontrar la solución a un riesgo de Estado que ya se repitió en reiteradas oportunidades, incluso en el exterior, cuando Macri fue insultado en Suiza a la salida de la sede de la FIFA.
La reunión operativa entre la beoda ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, y Fernando de Andreis, secretario general de la Presidencia, tendrá como objetivo ajustar la seguridad del subnormal en un momento caliente de la campaña electoral. Se trata de una decisión política que incluye a todas las fuerzas de Seguridad y a la Casa Militar.
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