martes, 23 de julio de 2019

Cambiemos se rompió en Neuquén y pone en riesgo otra capital provincial

Molesto por un acuerdo con Libres del Sur, el radicalismo estuvo al borde de la ruptura formal. Un hombre de "Pechi" Quiroga armó su propia lista y complica al candidato del oficialismo.


Macri con Bermúdez y Quiroga
Las capitales provinciales son, hasta ahora, el gran dolor de cabeza del régimen macrifascista en el año electoral. Juntos por el Cambio ya perdió el control de Córdoba, Santa Fe, Paraná y Santa Rosa y el panorama podría empeorar en septiembre, cuando pondrá en riesgo Neuquén. Allí una fuerte crisis entre el radicalismo y el PRO terminó con dos listas separadas y un escenario favorable para la oposición, que busca recuperar la ciudad tras 20 años.

El origen de la crisis en Neuquén hay que buscarlo en la candidatura a intendente de Marcelo Bermúdez, un dirigente del PRO que se convirtió con el tiempo en el hombre más importante del gabinete de Horacio "Pechi" Quiroga (UCR), aunque nunca fue aceptado completamente por el radicalismo. A pesar de eso, desde hace meses era un hecho que encabezaría la lista.

No obstante, en el tramo final de la discusión por las candidaturas Bermúdez hizo una jugada que encendió nuevamente las diferencias con el radicalismo y sólo una intervención de Quiroga pudo evitar la ruptura formal de Juntos por el Cambio. El actual secretario de Coordinación municipal cerró un acuerdo con Libres del Sur, la fuerza con orígenes en la izquierda que a nivel nacional apoya a Roberto Lavagna y que hasta el mes pasado era opositora al oficialismo neuquino.

En principio, ese acuerdo provocó una reacción furibunda del radicalismo, que retiró la candidatura de un concejal y amenazó seriamente con presentar su propia lista de concejales. La rebelión estuvo encabezada por el presidente del partido, César Gass, y la funcionaria municipal y jefa de la convención provincial Yenny Fonfach, cercana a Quiroga. Sin embargo, este grupo no logró imponer la idea de armar una colectora propia y se conformó con anunciar que no hará campaña por Bermúdez.

Si bien la sangre no llegó al río con el radicalismo, Bermúdez no pudo evitar la fractura con otro sector de la alianza, el que encabeza el diputado provincial de Nuevo Compromiso Neuquino (el partido creado por Quiroga), Juan Monteiro, un dirigente de extrema cercanía al intendente. A último momento, Monteiro presentó su candidatura a intendente junto a otros descontentos y destrozó al funcionario del PRO.

"No estoy dispuesto a entregar todos estos años de trabajo y gestión en la ciudad a un grupo de piqueteros institucionalizados", disparó Monteiro en referencia a la alianza con Libres del Sur. "Me pregunto por qué fue parte de nuestra gestión todos estos años en lugar de estar donde al parecer se siente más cómodo, que es militando en Libres del Sur", lo chicaneó.

La doble candidatura en el oficialismo neuquino crea un escenario más que favorable para el MPN, que tras haber asegurado la reelección de Omar Gutiérrez puso toda su maquinaria para tratar de recuperar el gobierno de la capital provincial tras 20 años. El candidato es el actual ministro de Trabajo, Desarrollo Social y Seguridad de la provincia, Mariano Gaido, que tendrá el apoyo de 16 listas colectoras.

El problema para el MPN es la dispersión opositora. Además de la lista de Gaido, el kirchnerismo llevará como candidato al concejal Marcelo Zúñiga y el ex gobernador Jorge Sobisch lo hará por el Partido Demócrata Cristiano. Ambos sectores disputan electorado de la fuerza que gobierna la provincia desde hace 50 años, aunque en el caso de Sobisch también lo hace con el de Cambiemos.

Como sea, la elección del 22 de septiembre implica un riesgo concreto para Cambiemos de resignar otra capital provincial, tras perder el gobierno de la Ciudad de Córdoba, Santa Rosa, Paraná y Santa Fe, además de un fuerte retroceso en ciudades como Rosario donde había ganado en 2017.

En la Casa Rosada había una fuerte preocupación por el declive de la alianza de derecha Cambiemos en los grandes centros urbanos, que se tradujo en esas derrotas. Las grandes ciudades fueron un pilar del triunfo de Macri Blanco Villegas en 2015. En el oficialismo se aferran a la idea de que en octubre se revertirá la tendencia.

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