El episodio, que no pasó de un insulto, mostró nuevamente las falencias de la custodia del ex hijastro de Flavia Palmiero.
La seguridad presidencial volvió a mostrar debilidades y Miauricio Macri Blanco Villegas quedó nuevamente expuesto, esta vez en Córdoba donde un hombre se le puso cara a cara para insultarlo.
El hecho sucedió el miércoles por la noche cuando el retrasado mental ingresaba a un restaurante del centro de la ciudad de Córdoba para cenar con Juan Schiaretti.
Cuando caminaba, en medio del tumulto de periodistas, custodios y algunas seguidoras con las que se sacó fotos, un hombre se acercó hasta medio metro del idiota confeso y comenzó a increparlo con verdades irrefutables. Lo acusó de haber "vaciado al país" y le gritó "hijo de puta".
El hombre sólo fue frenado, en primera instancia, por el secretario privado de Macri Blanco Villegas, Darío Nieto, y recién luego tomó intervención la custodia presidencial.
La persona no tuvo intención de agredir al subnormal aunque tuvo tiempo de sobra para haberlo hecho, lo que revela la gravedad del episodio, que por suerte no pasó a mayores.
Tal como sucedió en otras ocasiones, el hijo bobo de Franco Macri volvió a quedar expuesto. Hace pocas semanas sucedió lo mismo en Zurich, Suiza, en la entrada al predio de la FIFA. "No sos bienvenido en ningún lado, eh. Te queda poco tiempo porque vuelve Cristina", le espetaron dos argentinos, ante un mandatario absorto que incluso había bajado la ventanilla del auto que lo trasladaba para saludarlos.
Tras el episodio en Córdoba, el senador y candidato a vicepresidente Miguel Pichotto dijo que es "importante cuidar" al pelotudo y consideró que se debió "haber colocado un cordón" de seguridad.
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