miércoles, 24 de julio de 2019

El sindicato de pilotos advierte a los pasajeros por la situación del sector

Una vez que se autoriza a los pasajeros a levantarse de sus asientos, pilotos de Aerolíneas y Austral leen un comunicado sobre la crisis aerocomercial. Miles de empleos en riesgo.


“Como resultado de la actual política aerocomercial, hoy tenemos empresas que no pueden pagar salarios, que han suspendido sus operaciones, que reducen las dotaciones de pilotos con despidos encubiertos o que se achican devolviendo aviones, levantando destinos y cortando frecuencias”. Breve y concreto es el mensaje que desde el lunes leen pilotos de Aerolíneas Argentinas y Austral al terminar la operatoria aérea para visibilizar la situación del mercado aerocomercial argentino y sus efectos en los trabajadores del sector. 

El mensaje se difunde por los altavoces del avión una vez que se apagan los motores. “Habiendo finalizado el vuelo, queremos informarles sobre la situación que enfrentamos los pilotos argentinos”, es como inicia el mensaje que, pese a la inocuidad de las medida, igual recogió críticas de parte de algunos voceros del establishment. De todos modos, el reclamo va en línea con la situación que describió el propio titular de Aerolíneas, Luis Malvido, quien reconoció que el actual esquema de tarifas bajas es insostenible para la empresa. 

La revolución de los aviones tiene cada vez menos aviones y nada de revolucionario. La política de flexibilización del mercado que impuso el régimen macrifascista, similar a la que se intentó establecer en los años '90, con el objetivo de allanar el camino para el ingreso de las low cost extranjeras, profundizó el contagio de la crisis económica del país. 

Frente a la caída de la demanda, por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, y un aumento de costos derivado de la devaluación del peso, el deterioro no pudo ser amortiguado con un esquema de negocios sustentado en tarifas artificialmente reducidas. Para que el mercado low cost funcione es necesario que haya un alto nivel de ocupación que permita cobrar menos por pasaje, algo que hoy no sucede.


Una muestra del impacto de esta política es la decisión de las principales empresas que operan en el segmento low cost, como Andes o Avian Lineas Aéreas, que recortaron sus operaciones. La propia Aerolíneas, que acomodó su esquema de negocios para poder competir, reconoce problemas para mantener su estructura. 

El tiro de gracia lo dio el Ministerio de Transporte al eliminar el piso tarifario, valores sostén y de referencia para todo el sector. “El nivel de tarifas actual está poniendo en jaque a las finanzas de la compañía. Esto es lo que cuestiona fuertemente la rentabilidad de todos nuestros destinos internacionales. A nosotros cada mes nos está costando seguir el ritmo de pago a proveedores y sueldos; se nos está haciendo cuesta arriba y necesitamos un enorme apoyo cada mes del Tesoro Nacional”, aseguró la semana pasada Malvido al anunciar en rueda de prensa una aplicación de la empresa. 

El viernes, los gremios tomaron conocimiento de que Avían Líneas Aéreas -Avianca Argentina- inicio en la justicia de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el concurso de acreedores como parte de su estrategia empresarial.

Los pilotos iniciaron esta semana la difusión de estos problemas. “No se trata de Aerolíneas, sino de toda la industria aerocomercial que está en riesgo”, explicaron desde la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). 

A través del sistema de altavoz de los aviones, minutos después del aterrizaje y cuando ya se habilita a los pasajeros a levantarse de sus asientos, los pilotos dan cuenta de esta situación “que pone en riesgo miles de fuentes laborales en el país”

“Ratificamos nuestro compromiso de seguir defendiendo la aviación argentina. Los cielos también son de cada uno de ustedes”, concluye el breve comunicado que, a pesar de no afectar la operatoria, generó resistencia de quienes lo vinculan con un acto partidario.

En las vacaciones de invierno del año pasado se había tomado una medida similar, pero el mensaje se leía en pleno vuelo, en castellano e inglés. Esto sirvió al régimen para iniciar una causa legal contra el titular del sindicato de pilotos APLA, Pablo Biró. Esta vez el mensaje se lee en tierra para reducir eventuales reproches, aunque entre los pilotos reconocen que seguramente “algo van a esgrimir” para evitar la comunicación. “El Ministerio de Trabajo salió a decir que es la campaña de Cristina (Fernández de Kirchner) en los aviones de Aerolíneas. Lo próximo que va a salir de manual macrista, seguro es el anuncio de sanciones”, aventuró un piloto de larga experiencia. 

La advertencia de la empresa

La conducción de Aerolíneas Argentinas se comunicó ayer con los pilotos para “advertirlos” de posibles sanciones por el uso de los altavoces de los aviones de la línea de bandera para comunicar la situación del sector y de los trabajadores. 

“Aerolíneas lamenta la situación que algunos pilotos están haciendo vivir a sus pasajeros, quienes terminan siendo rehenes de la campaña política que algunos dirigentes sindicales hacen usando bienes que son de todos los argentinos. La empresa ha recordado ya a los pilotos que no pueden emitir mensajes de este tipo”, fue la información oficial de Aerolíneas. La compañía argumenta que “el artículo 8.3.22 del Manual de Procedimientos de la empresa regula los mensajes a bordo, y deja claro que no se pueden emitir opiniones personales ni alarmar a los pasajeros”

“Desconocerlo es motivo de posibles sanciones. Se trata de otra medida de gremialistas que no parecen interesados en defender a la empresa o a los propios trabajadores. Este año esos gremialistas ya han hecho 16 medidas de fuerza que afectaron a la empresa, pero que sobre todo afectaron a más de 140.000 pasajeros”, insiste la conducción de Aerolíneas en el comunicado.

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