El ultimátum de Elisa Carrió cayó mal en el régimen fascista, donde creen que la diputada cruzó un límite al meterse con Mugrizio Macri Blanco Villegas y vaticinan que incluso está preparando un escenario para romper con la alianza de derecha Cambiemos.
Carrió aprovechó anteanoche el lanzamiento de un libro de su amiga Mariana Zuvic para emplazar al hijo bobo de Franco Macri y tal vez comenzar a preparar el terreno para su ruptura con Cambiemos. "Siempre dije: el presidente está entre la línea de Angelici y la línea Carrió y va a tener que elegir. Tiene tiempo para elegir, pero sabe que o elige o cae", afirmó con una frase muy inquietante, sin especificar que quiso decir con "cae".
En la Rosada interpretan que la del sábado a la anoche no fue una más de las declaraciones provocadoras de la desquiciada para caldear la interna, porque esta vez apuntó de lleno a la conducción del retrasado mental.
"No quiere compartir el costo del ajuste", dijo una fuente del régimen, que consideró que la líder de la Coalición Cínica ya tiene un pie afuera de Cambiemos, aunque ella misma se encargó ayer de salir a aclarar que no quiere "romper" la alianza oficialista de derecha.
"No se preocupen, no voy a romper Cambiemos. Pero hay cosas en materia de justicia que tienen que cambiar. La impunidad no es negociable", tuiteó este domingo la diputada.
En su avance contra Germán Garavano, Carrió apuntó también contra Marcos Peña Braun Menéndez, por "manejar" al ministro de Justicia. En ese sentido, muchos prestan atención a la reacción de Fernando Sánchez, el hombre de máxima confianza que la gorda incogible metió en el Ejecutivo. Por ahora, creen que es leal a "Lilita" pero intenta hacer un esfuerzo para mantener el equilibrio.
Distinta es la posición que tomó el diputado Juan Manuel López, el encargado de informar que todo el bloque de la Coalición Cínica avanzará con el juicio político a Garavano. "Dice lo mismo que ella pero peor", dijo un funcionario para resumir la furia que genera el colaborador de Carrió en el el equipo del PRO.
Si bien muchas veces tensó la cuerda, en el régimen destacan que en ocasiones anteriores lo hizo contra funcionarios, pero ayer apuntó directamente contra el ex hijastro de Flavia Palmiero al decir que "perdió la confianza" en el subnormal. Desde Cambiemos destacan que se puso en un lugar desde el que le está discutiendo el poder y la conducción de Cambiemos a Macri Blanco Villegas, mientras busca hacerlo "elegir" entre ella y Angelici.
Carrió afirmó que el desplazamiento de tres de sus hombres de la AFIP denota un "desacuerdo profundo" entre ella y el idiota confesoi, mientras desliza que en el organismo hay falta de voluntad de cooperar con el juez clarinista Bonadio y el fiscal oficialista Stornelli para proteger a la familia presidencial y encubrir a Iecsa, Angelo Calcaterra y Franco Macri.
Angelici tiene algo de influencia en la AFIP y la noticia del desplazamiento de los hombres de "Lilita" del organismo que encabeza Leandro Cuccioli recrudeció más la interna. Pero, sobre todo, en el régimen creen que Carrió se metió con Macri Blanco Villegasacusándolo de proteger corruptos.
Dañada, la relación con Carrió ahora pende de un hilo y algunos en el régimen ya deslizan que sería mejor tenerla afuera. "Suma más que se vaya, porque ahora puso en discusión el liderazgo de Macri y no sirve que la discusión sea en esos términos".
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