El ex hijastro de Flavia Palmiero se refirió a la situación actual del país y volvió a ratificar el rumbo de la política económica. Fue durante la inauguración del Metrobus del Oeste, junto a la gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Mugrizio Macri Blanco Villegas aprovechó la inauguración del nuevo Metrobus del Oeste, en la localidad de Morón, para referirse a la actual situación del país. "Sé que cuesta, que estamos en un momento difícil y que hay que ajustarse para llegar a fin de mes", admitió el retrasado mental, quien se mostró junto a la gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
En medio de la polémica generada por los futuros incrementos de las tarifas de gas a causa del aumento del dólar y la compensación en cuotas a las distribuidoras, el subnormal reafirmó la necesidad de "comprometerse cada vez" con el cambio y ratificó el rumbo de las políticas económicas del régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos.
"Sé que cuesta, sé que estamos pasando un momento difícil, que hay que ajustarse para llegar a fin de mes, pero es ahora cuanto más tenemos que confirmar que estamos convencidos que tomamos el camino correcto, el de la verdad, el de la transparencia, el del trabajo en equipo", dijo el idiota confeso al encabezar el acto.
Asimismo, el sorete mal cagado ratificó su compromiso para "construir con coraje y amor la Argentina que queremos y soñamos".
"No queremos más mentiras, no queremos más decir que las cosas son gratis y después nos encontramos con que tenemos que levantar una deuda de años. Cuesta, pero lo vamos a hacer", enfatizó eufórico y el "Sí se puede" se volvió a escuchar tímidamente entre el escaso público que se acercó hasta la inauguración del Metrobus del Oeste.
En este sentido, Macri Blanco Villegas destacó que la obras ahora son concretas y se volvió a diferenciar del kirchnerismo. "Hoy (las obras) son hasta 40% más baratas de lo que salían con el gobierno anterior"."Las obras ya no son más sinónimo de corrupción. Ahora son esperanza, son alegría", concluyó el pelotudo hijo de puta.
Junto al infeliz y Vidal estuvieron el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, y el intendente local y ex esposo de la gobernadora fascista, Ramiro Tagliaferro.
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