Dirigentes de 32 complejos productivos reclamaron por los altos impuestos, la suba de tasas, el aumento de costos y el tarifazo energético.
El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, estaba exultante porque se oficializó que luego de tres años la Argentina volverá a exportar aceite de soja a China tras el compromiso de Macri Blanco Villegas de reiniciar las obras de las represas santacruceñas.
Pero la alegría no duró mucho. Inmediatamente después de la noticia, el funcionario tenía en agenda un encuentro con productores de economías regionales en la sede porteña de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El plenario de Economías Regionales de la CAME fue más que significativo para Etchevehere y sus colabores porque allí participaron unos 170 dirigentes agropecuarios de 19 provincias y 32 complejos productivos.
La mayoría de las producciones rurales atraviesan graves problemas debido a la elevada presión tributaria, las altas tasas de interés que encarecen el financiamiento, la suba de costos internos, los bajos precios y el aumento de la energía.
El ministro -junto a Santiago Hardie- encaró la situación haciendo un repaso de las medidas que se vienen tomando en los últimos meses como la apertura de mercados internacionales y las mesas de competitividad con distintos sectores.
"Si estamos sentados todos en la misma mesa se acaba la sanata; tenemos que lograr condiciones iguales a las de nuestros competidores en calidad y cantidad. Los acuerdos comerciales son lo contrario al proteccionismo", aseguró Etchevehere.
Uno de los discursos más efusivos fue el de un dirigente tambero de la provincia de Santa Fe. "A mi me encantaría que todo sea como ustedes dicen; pero la realidad es otra. Las Pymes no aguantan más", dijo el productor ante la mirada del ministro.
Enseguida, y ante las crecientes quejas de los productores porque "los números no cierran", el dirigente Ricardo Diab destacó que "estamos expectantes porque encontramos en el gobierno canales de diálogo para resolver los problemas".
El presidente de Economías Regionales de la CAME, Eduardo Rodríguez, dijo que "necesitamos medidas acordes al momento que estamos atravesando porque las pymes somos las principales generadoras de empleo y la presión tributaria es asfixiante".
Uno de los principales reclamos de los productores a Etchevehere fue la quita de reintegros a las exportaciones dispuesta días atrás. "La medida es contraproducente con el objetivo de ganar mercados y ser más competitivos", advirtió Rodríguez.
En este sentido, un informe del área de Economía de Coninagro indicó que la baja en los reintegros a las exportaciones de productos agropecuarios generará un ahorro fiscal de U$S 202 millones.
En el caso del vino, por ejemplo, en 2017 se exportaron un total de U$S 894 millones con reintegros del 5,83%. Es decir, de cada 100 dólares que se exportaron, casi 6 dólares retornaban luego a la cadena en concepto de reintegro.
Los reintegros ahora bajaron al 3,5% y de cada 100 dólares exportados retornarán a la cadena alrededor de 3,5 dólares. "Esto implica que el costo fiscal del impulso a las exportaciones pasa de ser U$S 52 millones a 27 millones", señala Coninagro.
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