Carlos Beraldi afirmó que tras el allanamiento realizado la semana pasada en el departamento de Recoleta, se halló una sustancia que afectó a las personas que realizan allí habitualmente las tareas del hogar, quienes debieron ser hospitalizadas de urgencia. La senadora decidió no volver a esa vivienda.
El abogado denunció que tras el allanamiento de la semana pasada en el departamento de Recoleta de su representada, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, se halló una sustancia “de origen tóxico” que afectó la salud del personal que realiza allí habitualmente las tareas del hogar y afirmó que, por esa razón, la ex mandataria decidió no volver a ese inmueble.
Según el letrado, este hecho se suma a una serie de “ilegalidades” cometidas durante ese procedimiento judicial y alertó, además, sobre la posibilidad de que se pueda plantar “cualquier tipo de prueba falsa” relacionada con las causas que se le imputan a su defendida.
A través de un comunicado publicado en las redes sociales de la senadora y ex presidenta, Carlos Beraldi calificó de “falsos” a los datos difundidos como parte los supuestos resultados de los operativos que se realizaron tanto en la propiedad de Recoleta como en las de El Calafate, provincia de Santa Cruz. “En ninguno de los domicilios hay bóvedas ni documentos u objetos que puedan tener una procedencia ilícita”, puntualizó el abogado.
Además, denunció que varios de los objetos secuestrados por los empleados del Poder Judicial y de las fuerzas de seguridad “no guardan relación” con la causa y cuestionó que también se llevaran “documentación que guarda relación con el cargo de senadora” de Cristina.
El más llamativo de entre los ocho puntos detallados en la declaración del abogado fue el que dio cuenta del hallazgo de una sustancia de “origen tóxico” de la fueron víctimas empleados de la ex jefa de Estado. Según Beraldi, luego de haber limpiado el vestidor y el dormitorio, las tres personas que desempeñaron esa tarea debieron ser hospitalizadas de urgencia por sentir “fuerte picazón en la garganta y en los ojos, y dificultades para respirar”.
Luego de la limpieza, las tres personas empleadas comenzaron a sentir distintos malestares y debieron acudir al Hospital de Clínicas. Allí se les diagnosticó que habían sido víctimas de un “tóxico de contacto” que les produjo “síntomas de irritación en piel y mucosas”. Según el parte del profesional que los atendió, se les sugirió "evitar" una “re exposición” a esas sustancia que estaría en el vestidor y en el dormitorio de la legisladora de Unidad Ciudadana.
“Luego de efectuarse los controles médicos de rigor, se constató que las dolencias padecidas tienen como origen un tóxico de contacto, recomendándose evitar, por todos los medios, una nueva re exposición al mismo ambiente”, dijo y agregó que Cristina no volverá allí “hasta tanto no se tenga una certera evaluación sobre el lugar y las cosas que fueron objeto de manipulación durante el allanamiento”.
En el escrito, el abogado volvió a cuestionar que se le impidiera estar durante el desarrollo del allanamiento de la calle Uruguay, “violándose expresamente las disposiciones constitucionales” que lo habilitaban para estar allí en nombre de su defendida. “Todas estas ilegalidades ya fueron denunciadas ante la justicia penal competente, el Consejo de la Magistratura, el Colegio de Abogados y será puntualizada a cada uno de los jefes de bloque del Senado de la Nación”, advirtió.
Hubo también un puntual cuestionamiento a los procedimientos en El Calafate, que se extendieron a lo largo de tres días consecutivos “con el inequívoco propósito de seguir generando estrépito y material para las tapas de diario del fin de semana”. De la misma manera, el abogado criticó la información “falsa” que “se filtró a la prensa, como es costumbre”, como por ejemplo la supuesta existencia de bóvedas.
Lo secuestrado, agrega su nota, son cosas que “no guardan relación” con la causa sino “efectos que integran el ajuar del hogar, cuya incautación no tiene otro propósito que generar daño y humillación” a la ex presidenta, en el marco de la “persecución política” de la que es objeto.
Otra de las alertas que encendió la declaración de Beraldi da cuenta de que “no se está preservando la cadena de custodia de las cosas que están siendo requisadas durante el allanamiento” en la vivienda de El Calafate. La defensa no pudo “tener supervisión alguna” sobre esos objetos y “durante toda la noche no sabemos quién entra o sale de la casa y, mucho menos, si se planta cualquier tipo de prueba falsa”.
El representante legal de Cristina también calificó de “insólita” la información difundida por Bonadio, que “anticipa la decisión que adoptará” sobre la senadora.
La sumatoria de esas “ilegalidades” denunciadas por Beraldi son, según el propio abogado, muestras de que en el país se vive en un contexto que “nos lleva a una sociedad pre democrática, en la que los derechos y garantías ciudadanos, al menos de los opositores al gobierno actual, son directamente eliminados”.
Los allanamientos ordenados por el juez federal clarinista Claudio Bonadio por pedido del fiscal macrifascista Carlos Stornelli fueron hechos el marco de la causa por las fotocopias de los supuestos cuadernos del chofer literato Oscar Centeno en los que se narra una presunta operatoria de “recaudación” de dinero entregado por empresarios a ex funcionarios del gobierno kirchnerista.
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