Efectivos de la Policía de la Ciudad llegaron ayer a la villa de Retiro para desalojar a una vecina, con la excusa del cambio en el trazado de la autopista Illia. La medida es una orden administrativa del régimen fascista porteño, sin firma de un juez. La mujer resistió acompañada por vecinos y organizaciones.

El centro de la cuestión pasa por la modificación de la traza de la autopista Illia. Por ese motivo, y con la idea de urbanizar la villa, el régimen porteño relocalizó a vecinos de la zona de Cristo Rey, dentro del barrio, a pocos metros, en viviendas de durlock. Muchos denuncian que son casas de peor calidad que las que dejaron.
Además, las viviendas no se escrituraron y no hay espacio para las actividades que hacían antes. Todo en el marco de las irregularidades que denuncian en torno a la ley 3343 de urbanización, que no contempló la participación de los habitantes del barrio y no cumple con mejores en sus condiciones de vida.
Ibarra sostuvo que no se mudaría por eso: la casa que habita la considera mejor que la ofrecida. De hecho, y amparándose en la ley, adujo que sólo dejaría su vivienda si le ofrecían una casa en mejores condiciones.

Diversas organizaciones se acercaron a la villa para solidarizarse. También hubo integrantes de la Defensoría porteña y se trataba de hallar una respuesta jurídica al desalojo, sin orden de un juez, un sábado a la mañana. Por la contraparte, quien se hizo presente es Julieta Williams, mano derecha de Diego Fernández, el secretario de Integración Social y Urbana.
En el fondo del asunto está la urbanización de la villa, que se lleva adelante sin dictamen y sin la participación del barrio. Apenas han tenido voz algunos consejeros, que responden a la alianza de derecha Cambiemos. De momento, la resistencia pasaba ayer por la lucha contra el desalojo de una vecina.
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