El gobernador de Córdoba logró reelegir por mas de 40 puntos de diferencia sobre el macrifascista Mario Negri. El peronismo además ganaba con Llaryora la capital provincial. Cantitos contra Macri Blanco Villegas en el búnker.
El gobernador de Córdoba Juan Schiaretti se impuso por un amplio margen en las elecciones provinciales celebradas ayer y consigue la reelección para un nuevo mandato.
En el escrutinio provisorio, Schiaretti se lleva casi el 60 por ciento de los votos positivos emitidos -sin contabilizar los sufragios en blanco-.
Lejos quedaron los candidatos de Cambiemos, que fue dividido entre dos radicales: Mario Negri obtiene poco más del 18 por ciento y Ramón Mestre un 12 por ciento.
Además de la victoria a nivel provincial, el peronismo festeja un histórico triunfo en Córdoba capital, donde Martín Llaryora aparece bien ubicado para arrebatarle la intendencia a la UCR. Detrás del postulante del PJ quedan el candidato de Cambiemos Luis Juez y el radical Rodrigo De Loredo.
En el búnker del oficialismo, la legisladora provincial Alejandra Vigo se adjudicó la victoria del frente Hacemos por Córdoba en la provincia y en la intendencia de la capital. "Estamos ganando en la Provincia y en la Capital", aseguró la esposa del gobernador.
La candidata a intendenta de la ciudad de Córdoba por el Movimiento Libres del Sur, la peronista Olga Riutort, ex esposa del fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota, fue la primera en reconocer esta noche el triunfo de Schiaretti y Llaryora. "Hay una tendencia irreversible. Felicito a Schiaretti y Llaryora y que hagan una buena gestión", manifestó Riutort a los medios locales.
Luego, el candidato a gobernador por la UCR y actual intendente de Córdoba capital, Ramón Mestre, reconoció la derrota.
"Felicitaciones a los ganadores de esta elección en la provincia de Córdoba @JSchiaretti y @ManuelCalvoCba", escribió Mestre en su cuenta de Twitter, a través de la cual también sostuvo que "a las candidatas y candidatos que nos representaron en cada una de las listas provinciales y municipales, un ¡Gracias enorme!".
Los militantes que se acercaron hasta el alejado Quórum Hotel donde se montó el búnker de Schiaretti cantaron contra el ex hijastro de Flavia Palmiero.
"Es para Macri que lo mira por TV" y "un minuto de silencio para Macri que está muerto" fueron algunos de los cánticos. La estrategia discursiva de la Rosada es instalar que la elección vernácula de Córdoba nada tiene que ver con la presidencial, puesto que según pronostican, la mayoría de los votantes de Schiaretti no votará a Cristina. Los cantitos en contra del retrasado mental chocan de frente con esa teoría.
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