sábado, 18 de mayo de 2019

En el régimen creen que pierden la capital pampeana a manos de La Campora y temen el efecto de las derrotas en los centros urbanos

Un candidato de La Cámpora le arrebataría la intendencia de Santa Rosa al radical Altolaguirre. Cambiemos ya perdió Córdoba y están en riesgo Santa Fe y Paraná.


Luciano Di Nápoli y Cristina en el Instituto Patria
En el régimen macrifascista creen que el domingo será nuevamente negro en términos electorales. Todo indica que el peronismo retendrá con comodidad la gobernación de La Pampa, pero también se impondría en la intendencia de Santa Rosa, donde gobierna la alianza de derecha Cambiemos.

En el PJ dicen tener encuestas que muestran un claro triunfo a gobernador del diputado peronista Sergio Ziliotto contra su colega radical Daniel Kroneberger. Ziliotto es elegido por Carlos Verna como su sucesor y en el comando de campaña se entusiasman con una elección en torno a los 50 puntos.

El candidato de Cambiemos es paradójicamente el que le aplicó al régimen el primer golpe electoral del año, cuando le ganó la interna al macrifascista Carlos Mac Allister. Sin apoyo de la Rosada durante la campaña, Kroneberger confía en una elección pareja. "Es una elección en la que no va a haber demasiada diferencia de un espacio a otro", afirmó en la previa, donde admitió que hay un fuerte malestar de la gente por la situación económica.

Con un favoritismo claro de Ziliotto, la mira de las elecciones está puesta en lo que suceda en Santa Rosa. Allí, el intendente radical Leandro Altolaguirre se juega la reelección ante el camporista Luciano "Copete" Di Nápoli, que en febrero le ganó la interna a un candidato empujado por Verna.

El gran desafío del PJ será mantener la unidad detrás de Di Nápoli, algo que más allá de los chispazos iniciales logró durante la campaña. Al menos Verna, Ziliotto y el sector de Rubén Marín se mostraron alineados con la candidatura del dirigente de La Cámpora, que también es favorito para el domingo lo que le permitiría al PJ recuperar la capital tras la derrota de 2015.

Fuentes del régimen macrifascista admitieron que la posibilidad de perder Santa Rosa es concreta y empiezan a mostrar una fuerte preocupación por el declive de Cambiemos en los grandes centros urbanos.

El domingo pasado, el peronismo recuperó el control de la ciudad de Córdoba, la segunda ciudad del país y un bastión del radicalismo. Además, Cambiemos perdió en las PASO de Paraná, donde gobierna el radical Sergio Varisco, y en la ciudad de Santa Fe, que maneja José Corral. Todo indica que en las generales el panorama es muy complicado en los dos casos. A eso se suma la derrota del PRO en Rosario, donde ganó en 2017 y aparecía con chances de pelearle al socialismo.

En la Rosada están preocupados por la caída en los grandes centros urbanos más que por las gobernaciones. Recuerdan que en 2015 el triunfo de Macri Blanco Villegas se sustentó en las grandes ciudades, por lo que puede considerarse que es un voto macrifascista.

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