El ex embajador en el Vaticano y actual diputado del Parlasur Eduardo Valdés presentó una solicitud para que el Tribunal de Dolores cite a declaración indagatoria a las diputadas Elisa Carrió y Paula Oliveto por ser ambas un “eslabón central” de la organización criminal investigada por haber espiado a políticos, miembros de la Justicia y periodistas.
Valdés afirmó que el escrito de veinte páginas tiene “pruebas contundentes” de que las legisladoras oficialistas “son partícipes necesarias de esta organización mafiosa”.
Puntualmente, solicita que se las investigue por los delitos de “instigación al falso testimonio” y “soborno”.
En el escrito presentado ante el juez Alejo Ramos Padilla, Valdés pide que la nueva denuncia se sume a otra anterior, también presentada por él, a raíz de que él mismo había sido espiado, hecho que se reveló en el marco de la causa contra Leonardo Fariña y la llamada ruta del dinero K. “Lo guionaron para que, como arrepentido, incriminara a @CFKArgentina”, explicó en su cuenta de Twitter.
El pedido de Valdés estipula que “existen elementos de cargo suficientes que permiten sospechar la participación de ambas” en la red de espionaje y que “las conductas desarrolladas por las diputadas exceden a todas luces del rol de meras consumidoras de material ilícito proveniente de espionaje político”. Según Valdés, ellas tuvieron un “rol preponderante en los múltiples planes delictuales de la organización criminal”, que las podría colocar como las jefas de la organización criminal o "al menos, un eslabón central para el funcionamiento y cumplimiento de los designios delictivos”.
Entre los documentos que integran la solicitud, Valdés cita la declaración de la abogada Giselle Robles, “quien mostró el rol de Oliveto ('una chica valiente del sur´, como ella se definía) en la liberación de Fariña”. La abogada entregó al magistrado los whatsapp intercambiados con el ministro de Justicia, Germán Garavano, previos a la reunión donde se negoció la declaración del financista contra CFK y los mails que recibía Fariña con “el guión de lo que debía decir”.
En las publicaciones a través de la red social del pajarito, Valdés también señaló que “casualmente es D'Alessio quien custodiaba a Fariña cuando salió de prisión”, al sumar el video que muestra ese momento.
“D'Alessio también es testigo en la causa de Gas Licuado, por la que están presos Julio De Vido y Roberto Baratta. El fiscal es Stornelli”, recuerda.
“En distintos escenarios los personajes se repiten armando causas con pruebas falsas: D'Alessio, Carrió, Oliveto, Santoro y Stornelli. Su obra cúlmine fue armar la denuncia con escuchas ilegales, provenientes de un ´sobre anónimo´. Ahí dejaron todos los dedos marcados", subrayó.
El 31 de marzo, Valdés había presentado una denuncia contra Carrió, Oliveto y Mariana Zuvic por violación a la Ley de Inteligencia, violación de secreto, encubrimiento agravado, calumnias y falsa denuncia. Valdés precisó que “las diputadas de la Coalición Cívica utilizaron transcripciones de escuchas ilegales realizadas en el penal de Ezeiza” y que “quisieron responsabilizarme de instigar la denuncia contra Stornelli”. En ese sentido, aseguró tener “la certeza de que a Oliveto se las entregó D’Alessio” y recordó que “Oliveto misma reconoció haber hablado con el extorsionador y espía tras haber sido allanado por Ramos Padilla”.
Tras la denuncia, la líder de la Coalición Cínica, quien antes de ayer trató de hijo de puta al titular del bloque del PRO en la Cámara baja, Nicolás Massot, salió al cruce de Valdés y aprovechó la ocasión para arremeter contra CFK. “Si me cita a indagatoria Ramos Padilla, voy a hacer lo que no hizo Cristina. Renunciar a mi banca", respondió por Twitter. Allí publicó otro mensaje críptico: “Lo único que no pueden impedir que entre a la cárcel es a Dios y a la conciencia”.
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