Casi el 60% de la sociedad de mierda argentina respalda la doctrina de la borracha hija de puta, que tiene 40% de imagen positiva.
Una encuesta de Management & Fit reveló que el "protocolo Chocobar" de la dipsómana ministra Patricia Bullrich Bullrich Luro Pueyrredón tiene el respaldo de una sólida mayoría, aunque también un número alto cree que se trata de una medida electoralista por parte del régimen macrifascista.
El trabajo de la consultora se hizo apenas conocido el nuevo reglamento que habilita a las fuerzas federales a usar armas letales sin necesidad de dar voz en algo o agresión directa previa.
La nueva doctrina generó un fuerte rechazo incluso en sectores de la alianza de derecha Cambiemos como por ejemplo, la desquiciada Elisa Carrió.
La sospecha generalizada en el ambiente político es que se trata de una estrategia electoral del régimen de girar hacia un discurso de derecha dura, envalentonado por la irrupción de Bolsonaro en Brasil o fenómenos como el de Vox en España. Aunque los analistas no creen que pueda traerle grandes réditos.
En ese sentido es interesante el muestro realizado por la consultora que conduce Mariel Fornoni. Casi el 60 por ciento de los consultados por M&F dicen estar "muy de acuerdo" (37,4%) o "algo de acuerdo" (21,8%) con que las fuerzas de seguridad puedan disparar sin dar la voz de alto o sin que el delincuente dispare previamente. Casi el 40 por ciento está "algo en desacuerdo" (9,9%) o "muy en desacuerdo" (29,7%).
Lo notable es que también una amplia mayoría considera que se trata de una medida impulsada por el régimen fascista en búsqueda de un rédito electoral. El 61,9 por ciento dijo que cree que esa es la finalidad de la Casa Rosada, mientras que el 38,1% no lo considera así. Además, casi el 30% cree que esto beneficiará al oficialismo y un 25% por el contrario cree que lo perjudicará.
Por último, el sondeo midió los niveles de adhesión de Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, a quien en el macrifascismo analizan llevar como candidata a vicepresidenta del ex hijastro de Flavia Palmiero en 2019, una posibilidad que el retrasado mental alimentó con sus elogios públicos a su accionar durante la cumbre del G20 y su respaldo frente a los ataques de Carrió.
En ese sentido, la encuesta muestra que la gestión de la ex montonera entregadora de compañeros tiene un respaldo del 40 por ciento, dividido casi en partes iguales entre las que la ven "muy bien" y quienes la ven "bien". En cambio, algo más de un 45 por ciento evalúa mal el trabajo de la ministra ("mal" un 21,4% y "muy mal" un 24%).
El sondeo también confirma que el mayor potencial de la borracha hija de puta es que su actuación en el ministerio es valorada sobretodo por el electorado del PRO. Coincide con el análisis de la polítologa Celia Kleiman, que consideró que estas medidas del régimen apuntan a fortalecer su núcleo duro
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