miércoles, 5 de diciembre de 2018

Carrió cruzó duro a Bullrich Luro Pueyrredón y criticó el cambio en la reglamentación del uso de armas de fuego

La desquiciada referente de la Coalición Cínica abrió una nueva grieta en la alianza de derecha Cambiemos. Dijo que "a la ministro se le va la mano" y agregó que "nosotros no vamos a ir al facismo".


"Nosotros no vamos a ir al fascismo", sentenció la aliada estrella de la alianza de derecha Cambiemos en contra de la nueva reglamentación de uso de armas de fuego dispuesta por la beoda ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, a quien le apuntó particularmente: "a la ministro se le va la mano"

Al abrir una nueva grieta en la coalición gobernante, la diputada sostuvo que "la reglamentación para fuerzas de seguridad dictada por la ministro Bullrich viola los Derechos humanos fundamentales", aunque resaltó que "esto no significa que la Policía no tenga el poder para mantener el orden"

La nueva disidencia marcada por Carrió evidencia otra falla comunicacional dentro de Cambiemos frente a una decisión del Poder Ejecutivo de la que la líder de la Coalición Cínica sale a despegarse. "Esto se parece a las ideas de Bolsonaro", "no le avisaron que habían tomado una iniciativa de este tipo", eran las frases con las que los asistentes de Carrió adelantaron al pasquín ultraoficialista Clarín sobre el desacuerdo que la diputada hizo público en Twitter. 

La diputada sumó su rechazo al reglamento publicado el lunes en el Boletín Oficial, que oficializa la doctrina Chocobar, a otras diferencias internas de cara a la sesiones extraordinarias del Congreso convocadas por Mugrizio Macri Blanco Villegas, contra quien también apuntó. 

"Voy a votar en contra del aporte de empresas a los partidos políticos, de acuerdo con la doctrina histórica de la Coalicín Cívica - ARI porque esto es los que permite mantener la independencia para defender al pueblo", advirtió la aliada en referencia al nuevo proyecto de financiamiento de partidos políticas, que intenta impulsar la Casa Rosada para habilitar los aportes empresarios, hasta ahora prohibidos, con un límite del 2 por ciento. 

"No me importa lo que opine el presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años", cargó Carrió contra el retrasado mental para asegurar que en caso de avanzar con esa iniciativa, Cambiemos se quedará sin los votos de la Coalición Cínica. Por el momento, el proyecto contemplado en la agenda de extraordinarias fue postergado y no será tratado en la sesión de mañana. 

Las diferencias entre Carrió y Macri Blanco Villegas habían quedado expuestas a principios de octubre cuando la aliada admitió estar "desilusionada" y haber perdido la confianza en el ex hijastro de Flavia Palmiero. 

Aquellas expresiones de Carrió, también volcadas en su cuenta de Twitter, ocurrieron días después de que el ministro de Justicia, Germán Garavano, considerará como algo negativo la detención de un ex presidente, al referirse de las investigaciones abiertas contra Cristina Fernández de Kirchner. 

Carrió anticipó que la Coalición Cínica solicitaría el juicio político contra el ministro de Justicia -con quien ya se había enfrentado por la protección oficial a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia en la causa por el encubrimiento al atentado a la AMIA durante el menemismo- y avanzó con otras denuncias respecto de la ruptura de un supuesto "pacto contra la impunidad". Entonces, la aliada le advirtió al subnormal que debería elegir entre "la línea de (Daniel) Angelici y la línea Carrió", al volver sobre sus denuncias contra el presidente de Boca y operador judicial del PRO.

La publicación en el Boletín Oficial del reglamento que permite a las fuerzas federales hacer un uso letal de la fuerza ante una presunción o intento de fuga y de la agenda de convocatoria a sesiones extraordinarias volvieron a despertar las críticas de Carrió, molesta por la falta de comunicación y consulta previa, según el círculo cercano de la diputada. 

Hasta el momento, la doctrina impulsada por Bullrich Luro Pueyrredón despertó cautela en los gobiernos porteño y bonaerense, controlados por el PRO, que solo adelantaron que estudian el reglamento para decidir si se replica en las fuerzas locales.

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