La Corte Suprema dio marcha atrás con el fallo que abrió la puerta a presentaciones de cientos de represores y generó una masiva protesta en contra de la impunidad. Ahora rechazó otorgar el beneficio del 2x1 al ex agente de inteligencia Rufino Batalla. Fue por cuatro votos contra uno: solo el presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, ratificó su postura en favor de los genocidas.
La Corte Suprema de Justicia confirmó los pronósticos y rechazó ayer la aplicación del beneficio del 2x1 para represores condenados por delitos de lesa humanidad, en una decisión que volvió a marcar una derrota de Carlos Rosenkrantz que quedó otra vez en minoría.
La votación dejó en evidencia que el presidente de la Corte no tiene un bloque consolidado de apoyo.
Esta vez ni siquiera lo acompañó Elena Highton de Nolasco, que votó a favor de rechazar el 2x1 a represores junto a Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.
El fallo es en rigor un reemplazo del que la misma Corte emitió en 2017 en favor del represor Luis Muiña. Luego de una fuerte movilización popular y un amplio rechazo de todo el arco político, el Congreso tomó nota y aprobó una ley que canceló el beneficio para los condenados por delitos de lesa humanidad.
Ahora, los jueces le dieron validez a esa ley en base el caso Rufino Batalla, condenado a 12 años de prisión por su participación en el centro clandestino La Cacha, quien luego de la resolución que benefició a Muiña también reclamó que se le computara el 2×1 para salir de prisión.
Rosatti consideró "interpretativa" (y por ende constitucional) la ley 27.362 sancionada por el Congreso, explicaron fuentes judiciales. En tanto, Rosenkrantz la consideró inconstitucional.
El año pasado, el fallo del 2x1 salió con los votos de Rosenkrantz, Rosatti y Highton, mientras que Lorenzetti (en ese momento presidente del tribunal) y Maqueda lo rechazaron. "Otro fallo del 2×1 podría generar un fuerte rechazo social", había reconocido semanas atrás Rosatti, adelantando que modificaría su postura y por lo tanto el fallo era un hecho.
La sorpresa ayer la dio Highton (adhirió al voto de Rosatti) que dejó en soledad al clarinista Rosenkrantz, el cerebro del polémico fallo del 3 de mayo del 2017.
El presidente de la Corte tenía hasta ahora a la jueza como su única aliada fija en el tribunal, pero la vice dio una muestra de autonomía que habrá que ver qué impacto tiene a futuro.
Rosenkrantz ya había sufrido una derrota el mes pasado cuando Rosatti, Lorenzetti y Maqueda votaron un fallo que obliga al régimen macrifascista a devolver fondos de coparticipación a La Pampa, justo el mismo día que el presidente del tribunal y Highton almorzaban en la Casa Rosada con Mugrizio Macro Blanco Villegas y Marcos Peña Braun Menéndez.
También el mes pasado, el trío de jueces le impuso a Rosenkrantz un listado de fallos incómodo para el régimen, con el que mantiene un vínculo cercano. En la misma reunión, le cuestionaron a Rosenkrantz la polémica decisión de contratar al subprocurador del Tesoro para manejar la comunicación del máximo tribunal, en una maniobra que le atribuyen a Fabián "Pepín" Rodríguez Simón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario