"Queremos que sea él, pero no podemos perder más tiempo", afirmaron desde el entorno de la gobernadora fascista bonaerense.
María Eugenia Vidal sabe que debe mejorar la performance de la alianza de derecha Cambiemos en La Matanza en 2019. Por eso, la gobernadora fascista había definido instalar al ministro Alejandro Finocchiaro como la carta fuerte para dar la batalla en aquel bastión peronista.
Lo que al principio había sido una decisión que entusiasmaba en la interna, ahora genera cierta preocupación. Es que en el oficialismo creen que el funcionario se alejó del municipio para resolver cuestiones de gestión -tiene una agenda intensa en la cartera de Educación nacional- y reconocen que no logran hacer mella en el municipio donde gobierna la peronista Verónica Magario aliada a Fernando Espinoza.
"No tenemos plan B, el candidato es Finocchiaro", aseguraron desde el círculo íntimo de "Heidi". El contexto de crisis obligó hace unos meses a repensar la estrategia para encarar este municipio, pero finalmente en la cúpula del PRO definieron que no hay otro candidato posible. Sin embargo, la frase contrasta con lo que responden desde el entorno del ministro, donde afirman que aún "no hay candidaturas definidas" y que su foco está puesto en "que los chicos aprendan más y mejor".
Si bien en Cambiemos lo justifican al entender que no puede tener mucha presencia en el distrito porque se lo demanda la gestión, también comienzan a reconocer que la situación genera malestar porque no barajan otro candidato y existe una suerte de agujero en uno de los distritos en los que siempre arrasó Cristina Fernández de Kirchner.
"Está borrado y lo entendemos, esta semana ni siquiera estuvo en el país porque lo mandaron a Bruselas. Tenía un ministerio y ahora le pusieron dos más a cargo. No podés estar recibiendo a Trump y visitando Villa Celina al mismo tiempo", razonó una fuente de Cambiemos con llegada a la gobernadora. La frase también se entiende como un reclamo a Nación para que le den al ministro mayores licencias en 2019 si les interesa ganar el distrito.
En Cambiemos saben que el tiempo se agota y que no será fácil instalar a un dirigente en la "quinta provincia" donde nunca lograron tener un candidato propio y las últimas dos boletas las encabezó Miguel Saredi, un aliado peronista ya bastante alejado de la alianza de derecha gobernante.
"En las últimas semanas charlamos del tema y dijimos que lo vamos a intimar. Le vamos a decir que debe dedicarse a La Matanza definitivamente con ganas de ser intendente o dar un paso al costado. De verdad lo queremos a él como candidato pero necesitamos que esté más", explican en Cambiemos y no descartan que esta semana haya una charla para "intimar" al ministro de Educación de Mugrizio Macri Blanco Villegas a tomar una decisión.
En ese sentido, aclaran que "no hace falta que deje de ser ministro" y que tiene un buen equipo de trabajo encabezado por el diputado Hernán Berisso, pero necesitan que él "esté más en persona", porque se supone que debería ser "la cabeza de ese armado".
Mientras tanto, admiten que Magario mide bien en el distrito y se quejan de las últimas medidas. Es que la intendenta sorprendió ayer con un bono de $18 mil para los empleados municipales de La Matanza, una cifra mucho mayor a la que dieron en otros municipios de Cambiemos (ver nota aparte en esta misma edición).
"No llega a los más humildes ni soluciona los problemas estructurales de La Matanza", dicen desde el oficialismo bonaerense y remarcan que el bono es una "cifra menor" cuando tienen 7331 empleados municipales registrados en el municipio más grande del conurbano.
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