María Fernanda Inza, contadora de la provincia de Buenos Aires por 24 horas, tesorera de las campañas de Cambiemos en ese territorio, y virtual mano derecha de María Eugenia Vidal se resiste a abandonar su cargo. Sus asesores tomaron la Contaduría.
En uno de los escándalos de corrupción electoral más importante de los últimos tiempos, María Fernanda Inza, se resiste a abandonar su cargo.
El miércoles, la gobernadora fascista bonaerense le pidió la renuncia en una conferencia de prensa, asediada por la cantidad abrumadora de testimonios acerca de aportantes ctruchos a las campañas de la alianza de derecha Cambiemos durante las elecciones de 2015 y 2017.
Según el sitio Real Politik y otros medios y periodistas que siguen el caso y que se pronunciaron a través de redes sociales, los asesores de Inza, trabajadores de la Contaduría General de la provincia de Buenos Aires, tomaron ese reducto.
Agregaron que la ahora ex Contadora General no se habría tomado de buena manera el pedido de renuncia que le hizo Vidal.
A pesar de que "Heidi" aclaró estar segura de la inocencia de Inza, fueron pocos los que interpretaron sus palabras como un respaldo genuino.
Los asesores vinculados a Inza, ingresaron en las oficinas de la Contaduría General de la provincia en posición de rebeldía contra la decisión de la gobernadora Vidal.
En ese sentido, tomaron el despacho de la propia contadora y comenzaron a dar órdenes como si su líder jamás hubiera renunciado.
Los empleados de Contaduría Central decidieron llamar a Pedro Fernández, titular de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) y se estaría organizando un paro en protesta por la violenta toma de las oficinas.
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