A contramano de las expectativas del régimen macrifascista, los capitales extranjeros no solo no invierten, sino que se retiran. El holding brasileño BRF, afectado por casos de corrupción en su país, avanza en su proceso de desinversión en Argentina.

El Sindicato de la Carne está recibiendo los planteos de los trabajadores y elevó la nómina definitiva al Ministerio de Trabajo, mientras que la empresa aguarda porque esa cartera le apruebe el procedimiento preventivo de crisis que presentó hace más de un mes.
El proceso de desinversión de la multinacional ya había impactado en otras instalaciones de la compañía en el país, como Quickfood en la localidad de Baradero, que en el verano pasado despidió a 180 trabajadores y llevó adelante un plan de retiros voluntarios para el resto del personal. Ahora, los activos de la planta bonaerense fueron puestos en venta. El holding BRF había desembarcado en Río Cuarto a fines de 2011, con una inversión directa de 150 millones de dólares.
El Consejo de Administración de BRF en Brasil enfrenta hace tiempo una crisis originada por múltiples escándalos de corrupción. A fines de marzo, varios ejecutivos fueron arrestados y la compañía tuvo bloqueadas sus ventas en la Unión Europea y Rusia. En ese contexto, el director financiero, Lorival Luz, anticipó que el holding se desharía de las unidades menos rentables y que retendrían Brasil.

En la Argentina la compañía maneja casi dos tercios del mercado de hamburguesas y alrededor de un tercio del mercado de salchichas, aunque la situación global y local comenzó a hacer mella en sus negocios. El año pasado el grupo perdió 434 millones de pesos en la Argentina debido al incremento de costos y “de contingencias de la compañía por causas civiles, judiciales, laborales y tributarias”.
A comienzos de este año, a través de Quickfood, solicitó la apertura de un procedimiento preventivo de crisis y despidió a 180 empleados de las instalaciones en Baradero. La semana pasada se conoció que puso en venta sus activos en el país como parte de la reestructuración. Los dueños de la marca Paty piden 500 millones de dólares para vender la empresa, pero para el mercado la capitalización de la compañía estaría sobrevaluada.

Actualmente Avex faena alrededor de 32.000 aves por día, por lo que tiene operativo sólo un turno de trabajo y emplea en forma directa a más de 500 personas. La pretensión es despedir a 160 empleados, además de los 40 puestos a los que confirmó que no les renovará el contrato. Hasta el momento unos 50 trabajadores se habrían acogido al retiro voluntario ofrecido por la empresa el mes pasado.
Desde el gremio llamaron a los trabajadores a tener “tranquilidad”, debido a que “ya sea por retiro voluntario o por despido, los empleados van a recibir el 100 por ciento del dinero que les corresponde”.
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